Aunque parezca que
no, nuestro cerebro es una auténtica máquina de descifrar códigos, capaz de
leer párrafos donde las letras están cambiadas de lugar o han sido sustituidas
por números ¿Cómo funciona nuestro órgano director para dar sentido a este
sinsentido? Para explicarlo viajaremos al pasado y recordaremos aquel meme de
hace un par de años que decía que…
“Sgeun un
etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears
etsan ersciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera
esetn ecsritas en la psiocion cocrrtea”
Diapositiva 4
Según apunta la
experta en neurodesarrollo infantil Rosina Uriarte, autora del blog Psicología
y pedagogía, todo tiene mucho que ver con los hemisferios en los que está
dividido el cerebro.
El hemisferio
izquierdo, llamado también “simbólico” o “lógico”, es el que controla el
lenguaje y el procesamiento secuencial de la información. Por su parte, el
hemisferio derecho, llamado “visual” u “holístico”, se encarga de procesar la
información con datos visuales y espaciales.
“Cuando aprendemos
a leer de pequeños, por ejemplo con técnicas de estimulación temprana, usamos
el hemisferio derecho. Así, el niño pequeño es capaz de reconocer palabras
completas y poco a poco va asociando la grafía de estas palabras a sus sonidos,
para luego aprender a leer palabras nuevas por sí mismo”.
Sin embargo hay un
momento en el proceso de aprender a leer (en torno a los 6 -7 años) que hace
que el hemisferio derecho ceda el testigo al hemisferio izquierdo. La lectura
que se realiza entonces implica decodificar símbolos individuales, construir
palabras a partir de letras y estructuras basadas en la fonética.
Y así será durante
el resto de nuestra vida: el hemisferio izquierdo analiza las letras, las
descifra y las lee, mientras el derecho ve el conjunto de las letras como una
imagen visual. Y ambos están constantemente colaborando entre ellos.
“En la
lectura de estas palabras desordenadas, el hemisferio izquierdo interpreta las
letras y lee el significado propiamente dicho, pero el derecho reconoce las
palabras como un todo, como una imagen, por lo que impide que el desorden en
las letras entorpezca la lectura”
Seguro que
recuerdan también este otro ejemplo, que demuestra cómo compiten ambos
hemisferios a la hora de la lectura y cómo existe también un hemisferio
dominante. En este caso el hemisferio izquierdo, el que interpreta las letras,
intenta imponerse sobre la labor del hemisferio subdominante, el derecho, cuyo
cometido es en este caso reconocer el color visualmente.
También ocurre en
el caso de números en lugar de algunas letras. Un estudio realizado en 2007
encontró que la lectura de estos pasajes apenas activa las áreas cerebrales que
corresponden a los dígitos. Esto sugiere que la apariencia, así como su
contexto, tiene una mayor influencia en nuestro cerebro que su estado actual
como dígitos.
Se cree, aunque no
está probado, que debe de existir algún tipo de mecanismo de retroalimentación
entre ambos hemisferios cerebrales para normalizar la información visual, lo
que nos permite hacer caso omiso de los números y leer el pasaje con la
facilidad de si fueran letras.
Y ocurre de forma
progresiva, como demuestra este último ejemplo, en el que si se consiguen leer
las primeras palabras que acostumbren a nuestra mente al proceso, luego el
resto se lee de manera mucho más rápida y fluida. Hagan la prueba:
Que es una ilusión
óptica
Nombra algunas clases de
ilusiones ópticas
Cómo se encuentra
dividido el cerebro humano?
El hemisferio izquierdo
como es llamado y que función cumple?
El hemisferio derecho
como es llamado y que función cumple?
Se puede concluir que
hay algún hemisferio dominante?
Realiza un dibujo de las
actividades y su relación con los hemisferios