7 obras imperdibles de la gran muestra de arte mexicano del siglo XX que se exhibe en el Malba.
Un guía para recorrer la magnífica exposición que ofrece trabajos de los más grandes artistas mexicanos del siglo pasado.
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Diego Rivera, Baile en Tehuantepec (1928)
"Quería que mis pinturas reflejaran la vida social de México como yo lo veo, y que a través de ese reflejo de lo auténtico se le enseñara a las masas las oportunidades para el futuro", dijo en vida Diego Rivera, uno de los mexicanos más famosos fuera de las fronteras de su país. La llegada de la modernidad tiene que ver con la búsqueda de una identidad propia y es ahí precisamente donde México, principalmente sus grandes artistas, van a rescatar sus tradiciones y revalorizar el indigenismo. Luego de una etapa influenciada por el cubismo -obras también presentes en esta muestra, como por ejemplo el Paisaje zapatista
La dualidad, la contradicción, la figura desdoblada es una idea recurrente en la pintora mexicana Frida Kahlo, niña rebelde, solitaria y sufrida, símbolo universal asociado a la cultura del país azteca. Basta pensar en la emblemática pintura Las dos Fridas, una de sus más famosas, donde se muestra a sí misma vestida a la moda europea -en honor a su ascendencia alemana- y al lado, con el traje de tehuana (una típica vestimenta regional mexicana), ambas tomadas de la mano, como en una fusión de identidades culturales. En esta exposición en MALBA, el visitante se encontrará con otra pieza dual, Fulang Chang and I (1937), perteneciente al acervo del MoMA y que la entidad neoyorquina presta por primera vez a una institución latinoamericana.
Figura compleja y destacada de la escuela de muralistas mexicanos, Siqueiros es un personaje polémico, de vida intensa e idealista. Fue militante del Partido Comunista, era un ávido activista político, estuvo en la cárcel y también en el exilio. Incluso, convivió junto a Diego Rivera y Frida Kahlo durante algún tiempo en la famosa Casa Azul, en Coyoacán. En su obra suele abordar temas sociales y políticos. Estaba convencido del movimiento muralista como instrumento para difundir la cultura entre su pueblo.
Convertida años después en símbolo oficial de la celebración del Día de los Muertos -tradición azteca que se remonta a la época prehispánica-, La calavera catrina es una zincografía (impresión que reemplaza la piedra litográfica por la plancha de zinc) pintada por el artista José Guadalupe Posada en 1912. Una calavera con un distinguido sombrero de plumas es la imagen elegida para criticar de manera metafórica a la aristocracia mexicana, a las clases privilegiadas, antes de la revolución.
Para muchos, la pintora y escritora surrealista Leonora Carrington fue una protofeminista, ya que desde su infancia su obra se centró en los roles que las mujeres desempeñaron en la sociedad a lo largo del tiempo, guiada por una fuerte creencia en la igualdad de género. Fue compañera romántica y musa del pintor alemán surrealista Max Ernst, con quien compartió el interés por el mundo de los sueños y la simbología onírica. Nacida en Inglaterra, a los 26 años emigró a México, donde se reencontró con amigos de Europa, como André Breton, y donde estableció una larga amistad con Remedios Varo.
Junto a Rivera y Siqueiros, José Clemente Orozco conforma la trinidad del arrollador movimiento muralista mexicano -apoyado desde el gobierno, a través de la figura del ministro José Vasconcelos- para difundir la historia y la cultura de México desde los muros públicos. Orozco es autor por ejemplo del famoso Retrato de Pancho Villa, que también se incluye en esta exposición, enmarcado en una visión de un pueblo heroico, organizado, que se levanta en armas y triunfal.
Este óleo con incrustaciones de nácar y hojas de oro, sobre un tríptico de madera -que pertenece a la colección del Malba- fue realizado en 1945 y exhibe una suerte de torre con alas, bajo una rueda de bicicleta, iluminada y sostenida por varias lunas. Lo religioso ligado a un contexto onírico fue abordado por esta artista que se convirtió en una de las primeras mujeres en estudiar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, antes de exiliarse en México, donde falleció en 1963.
La exposición “México Moderno, Vanguardia y Revolución”, compuesta por algunas de las piezas más representativas del arte mexicano, conquistó al público argentino que asiste al Museo de Arte Latinoamericano (Malba) para admirar obras de Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros y Leonora Carrington, entre otros.
“Modernidad cosmopolita”, “Revolución social”, “Cultura popular”, y “Experiencias surrealistas” fueron las salas en las que se dividieron las 170 obras de 60 artistas como Dr. Atl, Miguel Covarrubias, Saturnino Herrán, María Izquierdo, Agustín Lazo, José Clemente Orozco, Antonio Ruiz “El Corcito”, Remedios Varo y Ángel Zárraga.
Esta es una muestra sin precedentes, tanto por la calidad de las piezas como porque por primera vez llegan a Argentina piezas de algunos de los grandes maestros del arte mexicano.