Consiste en la administración de medicamentos por la
boca ya sean chupados, tragados o masticados. Estos pueden presentarse de forma tan variada como: grageas,
cápsulas, comprimido, granulado, jarabes, suspensiones, soluciones, sobres...
Es la vía de administración más utilizada por su comodidad y sencillez.
Los fármacos se colocan bajo la lengua, a fin de que
sean directamente absorbidos por los capilares que están debajo de ésta. La
absorción es rápida y el fármaco llega inmediatamente a la circulación general.
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Algunos fármacos se pueden administrar mediante la aplicación de un parche
sobre la piel. Así, pasan a la sangre a través de la piel sin necesidad de inyección.
La vía transdérmica permite una administración lenta y continua.
El medicamento se aplica directamente sobre la piel.
La aplicación tópica de geles, pomadas y cremas tiene como objetivo proteger la
piel, prevenir la sequedad y tratar diversas afecciones dermatológicas. Algunas
veces, estos preparados contienen medicamentos que se absorben y pasan al torrente
circulatorio.
El medicamento se introduce en el organismo a través del orificio rectal.
Los supositorios son la presentación más común. Esta vía permite una rápida absorción y
distribución del medicamento a todo el organismo.
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VÍA INHALATORIA
Los medicamentos se introducen directamente en los
pulmones realizando una inhalación.El efecto es muy rápido y se utilizan dosis muy bajas. Existen tres tipos de
medicamentos para la administración inhalada: los aerosoles, los nebulizadores
y los dispositivos de polvo seco.
Se utilizan siempre para tratar afecciones oculares.
La apertura del envase hace que se pierda su esterilidad, por lo que una vez abierto se ha de desechar a los
siete días.
Tanto en el caso de las pomadas como en el de las gotas es importante que la
punta del aplicador no llegue nunca a tocar el ojo.
El medicamento se introduce en el conducto auditivo.
Las gotas óticas se utilizan, principalmente, para el tratamiento de
infecciones, como anestésico o para desprender o reblandecer la cera del oído.
El uso de inyectables es más complicado, normalmente necesitamos personal sanitario que nos lo administre, además con frecuencia se produce
dolor y molestias en el lugar de la inyección. Podemos hablar de tres vías de
inyección: vía subcutánea, vía intramuscular y vía intravenosa.