Causas
del conflicto, características, la Crisis de 1914, fases de la guerra,
organización de la paz, consecuencias de la conflagración. Causas económicas:Entre el último tercio del siglo XIX y la primera década del
XX se desarrolló la Segunda Revolución Industrial. Ésta se caracterizó por una
serie de cambios: nuevas fuentes de energía (petróleo y electricidad), nuevos sectores de la producción (químico, siderúrgico y
alimentario), nuevas formas de organización del trabajo (taylorismo), la concentración
de capitales en torno a grandes agrupaciones de tendencia monopolística
(cartel, trust) y una creciente globalización de la economía.
Surgieron nuevas
potencias industriales (USA y Japón) que se unieron a las ya existentes (G.
Bretaña, Alemania, Francia). Alemania ganó terreno económico a Gran Bretaña por
el carácter más competitivo y moderno de su industria y se erigió en la líder
indiscutible de determinados sectores productivos, como el siderúrgico y el
químico. Quejas del cónsul inglés en Aleppo sobre la irrupción de productos alemanes. Al mismo tiempo intentó por todos los medios arrebatar a Inglaterra sus tradicionales mercados, tanto europeos (Bélgica, Holanda, Rusia) como coloniales, y se convirtió en un serio rival comercial. Londres y París lograron mantener, no obstante, la supremacía en la exportación de capitales.
Durante el siglo XIX Gran Bretaña y Francia se habían repartido gran
parte del mundo. Al comenzar la siguiente
centuria el peso económico de Alemania superaba al de ambas. Sin embargo, ese
poder no se correspondía con la escasa entidad de sus posesiones ultramarinas
(algunas áreas en el suroeste y oriente africanos, Togo y Camerún, así como
algunos archipiélagos en el Pacífico). Alemania demandaba una nueva realidad colonial algo que trataban de
impedir Gran Bretaña y Francia. Ese escenario fue testigo de tensiones
internacionales, hecho acrecentado por el nacimiento de nuevas potencias como
Japón o Estados Unidos, cada una de ellas con sus propios planes imperiales.
Dos episodios constituyeron la antesala de la Gran Guerra. Tuvieron
lugar entre 1904 y 1911 en Marruecos, área bajo las aspiraciones coloniales
francesas que Alemania utilizó para conseguir sus propios beneficios
coloniales. Se conocieron como “Crisis marroquíes”.
La primera crisis
marroquí (1904-1906)
Estalló por la
pretensión francesa de crear un protectorado en Marruecos a lo que se opusieron
Alemania y España, que también tenían intereses en la zona.
Alemania vio la
oportunidad de frenar la expansión colonial francesa y obtener para sí ganancias
territoriales. Por su parte Inglaterra transigió con las aspiraciones de
Francia a cambio de la renuncia de ésta a intervenir en Egipto, en tanto que
España obtuvo el visto bueno francés para actuar en una pequeña parte del
territorio marroquí. Pero Alemania se erigió en garante de la independencia de
los gobiernos locales frente a las pretensiones imperialistas francesas,
originando fuertes desavenencias.
En marzo de 1905
el emperador Guillermo II visitó la ciudad marroquí de Tánger. El hecho elevó
hasta su cénit la tensión entre germanos y franceses, que a punto estuvieron de
enzarzarse en una guerra.
El nacionalismo
atribuye entidad y singularidad propias a un territorio y a sus ciudadanos, y
sobre él se asientan aspiraciones políticas de carácter muy diverso. En ese
proceso nacieron en el siglo XIX dos estados que jugarían un papel fundamental
en la historia de Europa: Alemania e Italia. Al tiempo que esto acontecía,
tenían lugar procesos de signo inverso que supusieron la disgregación de viejas
entidades estatales en beneficio de otras nuevas. Fue el caso de la Turquía
otomana, imperio que a finales del siglo XIX estaba en plena descomposición,
parte de la cual se desarrollaba en el área de los Balcanes.
La guerra
franco-prusiana (1870), puso los territorios franceses de Alsacia y Lorena en
manos de los alemanes. Desde entonces nacionalismo francés no cesó de alentar
el desquite y el rescate de dichos territorios.
Un tercer
escenario de fricción nacionalista lo constituyeron los imperios coloniales,
cuyas disensiones alentaron fuertes tensiones internacionales que propiciaron
la formación de alianzas militares y la carrera de armamentos.
La desintegración
del Imperio Otomano estuvo acompañada de las reivindicaciones nacionalistas de
los nuevos estados surgidos en el siglo XIX. El nacionalismo se mezcló con
problemas de carácter étnico, religioso y cultural. Las grandes potencias
intervinieron en todos ellos según sus intereses, bien de forma directa, caso
de Austro-Hungría, Rusia e Italia, o indirecta, como ocurrió con Alemania,
Francia y Gran Bretaña.Una serie de
crisis contribuyeron a la inestabilidad de la zona y al estallido de la Gran
Guerra:
La anexión
austro-húngara de Bosnia y Herzegovina (1908)Bosnia y
Herzegovina eran territorios con mayoría musulmana que habían permanecido bajo
dominio turco hasta 1877. A partir de entonces pasaron a depender
administrativamente de Austria-Hungría que finalmente, en 1908, los anexionó a
su imperio, provocando la frustración de Serbia que aspiraba a integrarlos
dentro de la Gran Serbia (futura Yugoslavia). En la capital bosnia, Sarajevo,
se produjo el 28 de junio de 1914 el asesinato del heredero al trono austríaco
Francisco Fernando y su esposa a manos de un estudiante bosnio perteneciente a
la "Mano Negra", organización secreta nacionalista proserbia.
La Primera guerra balcánica (1912)
Esta contienda enfrentó al bloque compuesto por Serbia,
Bulgaria, Grecia y Montenegro (secundados por Rusia) con Turquía y Austria.
Derrotada Turquía hubo de retirarse de la zona y ceder a Bulgaria una salida al
mar Egeo.
La segunda guerra balcánica (1913)
Los que fueron aliados en la primera guerra balcánica se
enzarzaron en una lucha entre sí: Bulgaria atacó a Serbia, a Grecia y a
Montenegro con el objetivo de anexionarse los territorios abandonados por
Turquía. Ésta última, junto a Rumanía se unió a Serbia y a Grecia. Bulgaria fue
derrotada y los territorios en disputa pasaron a Serbia.
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A partir de entonces el objetivo de Serbia fue alcanzar el
rango de gran potencia de la zona (Gran Serbia), aspiración que quedó
ensombrecida por los tratados de Londres y Bucarest (1913), que reconocieron a
Albania como nuevo estado en detrimento de los planes que Serbia se había
fijado respecto a la anexión del territorio albanés. Austro-Hungría por su
parte entorpeció en la medida de lo posible los planes de Serbia de
constituirse como estado importante de la región.
También hubo fricciones entre Grecia y Albania originadas
por las aspiraciones de los helenos sobre la región del Epiro (de lengua
griega) que había quedado bajo soberanía albanesa.
Estas circunstancias convirtieron los Balcanes en un
auténtico polvorín que estallaría meses más tarde.
El contencioso
franco-alemán de Alsacia y Lorena
En 1871, por la
Paz de Versalles, y tras la derrota sufrida frente a Prusia (Sedán y Metz),
Francia hubo de ceder a ésta los territorios de Alsacia y Lorena, que estaban
bajo su soberanía desde 1648. Desde entonces un sentimiento reivindicativo y
revanchista, atizado por problemas derivados de la expansión imperialista,
ensombreció las relaciones franco-alemanas.
Bismarck intentó
aislar a Francia a través de la acción diplomática, mientras que ésta recurrió
a alianzas con otros estados para contrarrestar la estrategia alemana.
El nacionalismo
francés se alimentó de organizaciones como la “Défense de L’Alsace-Lorraine”,
que hicieron ostentación de un profundo sentimiento antigermano, de fácil
justificación, por cuanto los alemanes pusieron en práctica una agresiva
política de germanización lingüística y cultural en ambos territorios.
En 1918, una vez
finalizada la Gran Guerra, Alsacia y Lorena volvieron a Francia para caer de
nuevo en manos alemanas durante la II Guerra Mundial. Al término de ésta fueron
reintegradas definitivamente a Francia.
Otros conflictos:
Polonia
Polonia había
sufrido históricamente diversos repartos a manos de sus poderosos vecinos. El
Congreso de Viena (1815) sancionó uno más y el país quedó dividido entre Rusia,
Austria y Prusia, siendo su población sometida a distintos regímenes y
administraciones.
El nacionalismo
polaco liderado por Józef Pilsudski, refugiado en la zona de Galitzia bajo
dominio austriaco, constituyó un elemento más en la rivalidad que enfrentaba a
Austria-Hungría y Rusia. La política de germanización desarrollada en la zona
bajo dominio prusiano enrareció aún más el ambiente.
Al estallar la
Gran Guerra los polacos, encuadrados en los ejércitos de las potencias
ocupantes, lucharon entre sí. En 1917, tras la revolución bolchevique y la
retirada de Rusia, ésta aceptó la autodeterminación de Polonia que se
encontraba en esos momentos en casi su totalidad invadida por Alemania. Cuando
ésta firmó el armisticio hubo de abandonar el territorio polaco creándose en
1919 la República de Polonia, soberana e independiente tras más de un siglo de
dominación extranjera. El estallido de la II Guerra Mundial condujo a una nueva
invasión del país por los alemanes que la mantuvieron en sus manos durante casi
todo el conflicto.
En el preámbulo
de la Gran Guerra Polonia constituía pues un elemento de fricción más entre las
grandes potencias, muy especialmente entre Rusia y Austria-Hungría
Las alianzas
militares
Entre 1872 y 1890
las relaciones internacionales europeas estuvieron marcadas por la
preponderancia de Alemania. Su canciller, Otto Von Bismarck, intentó mantener
no obstante una política de equilibrio entre las potencias, que incluía el
aislamiento de Francia.
El país galo era
percibido por las potencias más conservadoras como el inspirador de las ideas
revolucionarias que atentaban contra el principio de autoridad monárquica y el
orden tradicional. La política bismarckiana recibió el nombre de “Realpolitik”
(“Política pragmática”) y se llevó a la práctica mediante un complicado
entramado de alianzas que es conocido como "Sistemas bismarckianos"
A partir de 1890,
tras el retiro de Bismarck, el kaiser (emperador) Guillermo II tomó
personalmente las riendas de la política exterior germana, modificando la del
viejo canciller.
Ya no se trató
solamente de aislar a Francia, también se pretendió rivalizar con el Imperio
Británico, apoyándose en la construcción de una potente marina de guerra. Es lo
que se conoce como “Weltpolitick” (“Política mundial”).
Predicación de la
Guerra Santa en Turquía
Se formó en 1882
promovida por el canciller alemán Bismarck. Estuvo constituida por Alemania,
Austria-Hungría e Italia. Sin embargo esta última no cumplió sus compromisos
cuando estalló la guerra y en principio se mantuvo neutral hasta intervenir más
tarde como miembro del bando contrario.
A lo largo del
conflicto nuevas potencias se adhirieron a este bloque: Turquía (octubre de
1914) y Bulgaria (octubre de 1915).
La Triple EntenteSe creó en 1907 y sus integrantes fueron Francia, Gran Bretaña y Rusia, a las que se añadió más tarde Serbia. Se conoce también con el nombre de los “aliados”. Los precedentes de esta liga hay que buscarlos en la “Entente Cordiale” de Francia y Reino Unido, instituida en 1904. Texto. La Entente CordialeDurante el conflicto se incorporaron Bélgica (atacada por Alemania); Japón (agosto de 1914) aspirante a arrebatar a Alemania sus colonias del Pacífico y sustituir su papel de potencia imperialista en China; Italia (mayo de 1915); Rumanía (junio de 1916), Portugal (marzo de 1916); Estados Unidos (abril de 1917); Grecia (junio de 1917); también fue el caso de China y varios estados latinoamericanos.
Las razones que llevaron a la formación de alianzas fueron:Los recelos británicos ante el incremento del poder económico y militar de Alemania, empeñada en la construcción de una potente flota de guerra que estuviese en condiciones de competir con la del Reino Unido.Los intereses contrapuestos de Alemania y Francia en Marruecos que originaron serios conflictos diplomáticos en 1905 y 1911 ("Crisis marroquíes").El apoyo ruso a Serbia, país independiente desde 1867, que aspiraba a conseguir los territorios de Bosnia-Herzegovina, anexionados entre 1908 y 1909 por el Imperio Austro-Húngaro. Rusia, vinculada a Serbia por estrechos lazos de carácter étnico y una común condición de pueblos eslavos anhelaba liderar un proyecto de unificación "paneslavo".
La preocupación de Austria por el creciente nacionalismo serbio, al que deseaba anular militarmente.El potencial de los dos bandosGeográficamente las potencias centrales contaban con la ventaja de conformar una unidad compacta, pero esa situación llevaba aunado el inconveniente de un posible asedio por parte de sus oponentes, cuyos territorios se hallaban dispersos.Demográficamente los 117 millones de habitantes con que contaba la Triple Alianza eran claramente inferiores a los 255 de la Entente.Económica y técnicamente Alemania disponía de la industria más moderna del mundo. Sin embargo, los aliados poseían inmensos territorios coloniales capaces de aportar inagotables cantidades de materias primas y combatientes.
Militarmente Alemania suplía su inferioridad en los mares con un ejército perfectamente entrenado y equipado. Sin embargo los aliados contaban con más recursos humanos y una clara superioridad naval.Para Alemania, núcleo de los imperios centrales, era esencial obtener una rápida victoria si deseaba ganar la guerra, de lo contrario la superioridad material y humana de los aliados acabaría a la larga por imponerse.La entrada en guerra de los Estados Unidos de América rompió el aparente equilibrio en que se desarrolló el conflicto hasta 1917 e inclinó la balanza del lado de la Entente.Entrada en acción de las alianzasEl estallido de la guerra comprometía a las potencias a intervenir en ayuda de sus respectivos aliados. La declaración de guerra de Austria a Serbia fue el hecho que provocó la intervención de Rusia y Francia, sus aliados.
A partir de ahí la incorporación de nuevos estados al conflicto se sucedió en cascada.El 28 de julio Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia. Rusia, aliada de Serbia hizo lo propio con Austria.El 1 de agosto Alemania rompió la paz con Rusia y dos días más tarde con Francia.La penetración alemana en Bélgica con vistas a la invasión de Francia, decidió a Gran Bretaña a declarar la guerra a los germanos (4 de agosto).Por su parte Italia, alineada en el bloque de las potencias centrales, incumplió sus obligaciones con la Triple Alianza y se mantuvo neutral (más tarde se incorporó a la guerra pero al lado de la Entente).
La carrera de armamentos
El agudizamiento de las tensiones internacionales derivadas de las rivalidades económicas y coloniales así como del el auge del nacionalismo intransigente condujeron a una escalada en la producción de armamentos.Fabrica de cañones alemanesLos estados incrementaron sus gastos militares e incorporaron a sus ingenios las novedades tecnológicas de la Segunda Revolución Industrial.Europa se deslizaba por la senda de la guerra. Este período de tensiones internacionales ha recibido el nombre de "Paz Armada": "paz", porque todavía no ha estallado el conflicto, "armada" porque se prepara para él.
Los gobiernos consideraban que la guerra era inevitable y trataron de protegerse mediante alianzas, causando de esa forma los recelos y el reforzamiento militar de sus oponentes. El Reino Unido incrementó sus gastos militares: los 44 millones de libras que invertía en 1899 se convirtieron en 77 millones en vísperas de la guerra. Alemania, deseosa de construir una potente flota que pudiese competir con la británica, dio el salto de 90 millones anuales de marcos en 1899 a 400 millones entre 1910 y 1914. Francia y las restantes potencias incrementaron igualmente el potencial de sus respectivos ejércitos.
Pie de foto: : "Defenderemos la preciosa joya de la libertad". Cartel canadiense
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La carrera de
armamentos fue fruto de esas tensiones, pero al tiempo contribuyó a agravarlas.
Los gobiernos, valiéndose del uso de la propaganda, alentaron el nacionalismo y
el miedo a fin de hacer sentir a la opinión pública que su país se encontraba
en peligro frente a la hostilidad enemiga. Texto. El uso de la propaganda como
aliento al nacionalismo
Poco pudieron
hacer las fuerzas partidarias de la paz llamando a la sensatez y reclamando un
sistema de arbitraje internacional que atenuara la tensión. En la Haya se
celebraron en 1899 y 1907 dos conferencias con el objetivo de frenar la carrera
armamentística.
Ambas terminaron
en fracaso y simplemente consiguieron resultados parciales, como la creación
del Tribunal Internacional de Arbitraje de la Haya y algunos acuerdos concretos
sobre el trato a los prisioneros de guerra, que constituyeron el precedente de
las convenciones sobre el reconocimiento de los derechos humanos.
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La izquierda europea en general y la Segunda Internacional en particular se significaron por su oposición a la política belicista. Se alzaron voces como la de Jean Jaurés o se elaboraron manifiestos como el de Zimmerwald (1915) invocando contra la guerra y abogando por el entendimiento.No obstante, hubo sectores encuadrados en el seno del revisionismo que alentaron la colaboración de los partidos de izquierda con la burguesía, lo que en cierta medida frenó las posturas más comprometidas con el pacifismo. Antepusieron su sentimiento nacionalista a las invocaciones a la paz mundial.Incluso, dentro del socialismo más radical, hubo quienes vieron en la guerra un "mal útil", pues contribuiría a acelerar las contradicciones del capitalismo y posibilitaría la vía directa y rápida hacia la revolución.Sea como fuere, las tesis nacionalistas, alentadas por sectores militaristas, se impusieron a las tesis pacifistas, que fracasaron en sus esfuerzos por evitar o poner fin al conflic
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LA CRISIS DE
JULIO DE 1914
En un escenario
de creciente tensión internacional el 28 de junio de 1914 se produjo un
gravísimo incidente que puso a Europa al borde de la guerra. Mientras visitaban
Sarajevo, capital de Bosnia (entonces provincia austríaca), fueron asesinados
el Archiduque Francisco Fernando (heredero al trono de Austria-Hungría) y su
esposa Sofía. El asesino, Gavrilo Prinzip, un estudiante bosnio de ascendencia
serbia, formaba parte del grupo “Joven Serbia” tras el cual se escondía la
organización secreta nacionalista la “Mano Negra”. Abogaba por la independencia
de Bosnia-Herzegovina respecto a Austro-Hungría y su integración en Serbia. Por
su parte, ésta aspiraba a incorporar dicha provincia como un paso más hacia la
creación de la Gran Serbia, confederación balcánica de naciones eslavas.
Austria acusó al gobierno serbio de conspirar en el asesinato y el 23 de julio envió a éste ultimátum que debía ser respondido favorablemente en el plazo de 48 horas so pena de declaración de guerra.El ultimatum exigía a Serbia, entre otras cosas, la eliminación de la Mano Negra, la interrupción de cualquier campaña de desprestigio contra el Imperio, la participación de policías austro-húngaros en Serbia para investigar el magnicidio y la relegación de los culpables a la justicia imperial para ser juzgados y castigados. Texto. Ultimatum de Austria-Hungría a Servia Texto. Ultimatum. RepercusionesCon esta acción Austria-Hungría trataba de contar con un pretexto para eliminar el nacionalismo serbio y anular a ese país como potencia de la zona.
El 25 de julio
Serbia respondió al ultimátum negándose a aceptarlo alegando que violaba su
soberanía y proponiendo el arbitraje del Tribunal Internacional de la Haya
(creado en 1899). Además, en previsión de una guerra, movilizó parcialmente a
sus tropas, en tanto que Austria-Hungría hacía lo propio con las suyas. Ambas
rompieron sus relaciones diplomáticas.
El 28 de julio,
Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia.
A partir de
entonces se produjo la incorporación en cadena de países al conflicto como
respuesta al sistema de alianzas.
El 30 de julio
Rusia decretó la movilización general de su ejército.El 31 Austria-Hungría ordenó la total movilización de sus tropas.Ese mismo día 31 Alemania dirigió un ultimátum a Rusia exigiéndole la suspensión de la movilización general. También envió otro a Francia reclamando su neutralidad ante un posible conflicto entre Alemania y Rusia.El 1 de agosto Alemania declaró la guerra a Rusia.El 3 de agosto Alemania declaró la guerra a Francia que no había respondido a las exigencias de ultimátum.
Durante el 3 y el 4 de agosto los alemanes invadieron Bélgica que se había opuesto a las pretensiones germanas de utilizar su territorio para ocupar Francia.El 4 de agosto Gran Bretaña movilizó su flota y despachó un ultimátum a Alemania apremiándola a respetar la neutralidad de Bélgica.El 6 de agosto Serbia declaró la guerra a Alemania.Ese 6 de agosto Austria-Hungría rompió las hostilidades con Rusia.Finalmente, entre el 11 y el 12 de agosto Francia y Gran Bretaña declararon la guerra a Austria-Hungría. Texto. Discurso de Edward Grey, ministro británico alentando en la Cámara de los Comunes a la protección de la neutralidad belga frente a la invasión alemanaLo que había comenzado como una guerra circunscrita a dos potencias (Austria-Hungría y Serbia) desembocó en el verano de 1914 en una conflagración de proporciones universales.
El final de la
guerra. 1918
En 1918 ambos
bandos atravesaban serias dificultades tanto militares como económicas. Sin
embargo, la fatiga era más visible en el bando de las potencias centrales que
en el aliado, pues la incorporación de los Estados Unidos al conflicto había
supuesto una auténtica inyección de recursos materiales y humanos.
No obstante, en
1918 los alemanes consiguieron eliminar definitivamente del escenario bélico a
los rusos que habían iniciado negociaciones para poner fin al conflicto. Una
serie de derrotas continuadas habían animado al gobierno revolucionario
soviético a firmar en marzo el Tratado de Brest-Litovsk.
Con las manos
libres en el frente oriental, el general alemán Ludendorff inició una ofensiva
en el lado occidental. Fue la conocida como 2º Batalla del Somme para
diferenciarla de los combates que se habían desarrollado en la misma zona en
1916. La iniciativa fracasó, pues los aliados frenaron la ofensiva en el Marne,
en el mismo lugar donde Joffre había hecho abortar en 1914 el