José
Pedro Varela merece ser considerado entre los educadores latinoamericanos
destacados. Ciertamente no ejerció Varela influencia sobre la región, seguramente por su corta vida, pero sí sobre su país.
En la segunda mitad del siglo XIX Uruguay no
contaba con un sistema escolar, apenas funcionaban pocas escuelas sin
coordinación entre sí, sin métodos pedagógicos, sin textos, con maestros sin
formación específica y muchas veces cercanos a la ignorancia.
Fue
a partir de 1868 que Varela y el núcleo de jóvenes que lo acompañaron en la Sociedad de Amigos de la
Educación Popular: creando escuelas, bibliotecas populares, editando libros,
organizando conferencias. El sistema escolar uruguayo se asentó
firmemente sobre las bases que el joven Varela impulsó y sostuvo: educación
universal, obligatoria, gratuita y laica.
Pie de foto: : sociedad de amigos de la educación popular
De
José Pedro Varela se han tomado algunos
pocos elementos de su vida y de su obra y sobre ellos se ha construido una
tradición que lo ha convertido en un personaje casi sobrehumano, capaz por sí
solo de construir el sistema escolar nacional.
Las concepciones de Varela forman parte del patrimonio cultural del país la idea de la
educación pública igualitaria y gratuita, la idea de laicidad, el método
racional, la autonomía de la enseñanza.
También es una herencia del período
vareliano la consideración de la educación como problema nacional, como
problema de todos.