La asertividad suele definirse
como un comportamiento comunicacional en el que la persona ni agrede ni se
somete a la voluntad de otras personas, sino que expresa sus convicciones y
defiende sus derechos.
Se trata de una categoría de
comunicación vinculada con la alta autoestima y que puede aprenderse como parte
de un proceso amplio de desarrollo emocional. La define como una forma de
expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad
es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos
derechos sin la intención de herir, actuando desde un estado interior de
autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la
culpa o la rabia.
La asertividad impide que seamos
manipulados por las demás en cualquier aspecto además de valorar y respetar a
las demás recíprocamente.