los
microorganismos alteran los constituyentes de los alimentos de forma que los estabilizan
permitiendo su mayor duración y, además, proporcionan compuestos que confieren
sabores característicos a los alimentos por ellos producidos. Esta faceta se complementa
con la acción de microorganismos alterantes de los alimentos y responsables de su
deterioro de forma que se hagan inaceptables por los consumidores.