El libro de Kells —una Biblia manuscrita profusamente ilustrada, realizada por monjes irlandeses del siglo IX E.C.— es para algunos un muy hermoso y temprano ejemplo del concepto de diseño gráfico. Se trata de una manifestación gráfica, de gran valor artístico, de altísima calidad, y que incluso sirve de modelo para aprender a diseñar —pues incluso supera en calidad a muchas de las producciones editoriales actuales—, y además desde un punto de vista funcional contemporáneo esta pieza gráfica responde al conjunto de necesidades planteadas al equipo de personas que lo realizó, no obstante otros opinan que no sería producto del diseño gráfico, pues entienden que su concepción nose ajusta a la idea del proyecto de diseño gráfico actual.
LIBRO DE KELLS
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La historia de la tipografía —y por carácter transitivo, también la
historia del libro— está estrechamente vinculada a la del diseño
gráfico; esto puede ser así porque prácticamente no existen diseños
gráficos en los que no se incluyan elementos gráficos de este tipo. De
ahí que cuando se habla de la historia del diseño gráfico, también se
cita la tipografía de la columna trajana, las miniaturas medievales, la
imprenta de Johannes Gutenberg, la evolución de la industria del libro,
los afiches parisinos, el Movimiento de Artes y Oficios (Arts and
Crafts), William Morris, la Bauhaus, etc."
Tipografía:
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La introducción de los tipos móviles por Johannes Gutenberg hizo a los libros más baratos de producir, además de facilitar su difusión. Los primeros libros impresos (incunables) marcaron el modelo a seguir hasta el siglo XX. El diseño gráfico de esta época se ha llegado a conocer como Estilo Antiguo (especialmente la tipografía que estos primeros tipógrafos usaron) o Humanista, debido a la escuela filosófica predominante de la época.
Tras Gutenberg, no se vieron cambios significativos hasta que a finales del siglo XIX, específicamente en Gran Bretaña, se hizo un esfuerzo por crear una clara división entre las Bellas Artes y las Artes Aplicadas.