Mucha gente hace su lista de buenos propósitos al final del año para empezar a realizarlos con decisión firme el mismo 1 de enero, o a lo sumo el día 2. No obstante, los estudiantes estamos obligados a realizar otra lista de buenos propósitos académicos al finalizar el verano o al comenzar el curso, ya que el regreso al aula es una de las épocas del año que más va a requerir de nuestra motivación.
Y no hay nada que impacte de forma más positiva en nuestra motivación para realizar las nuevas tareas que trae el curso, que fomentar hábitos productivos, con los que ganaremos eficiencia, lo que podemos traducir en hacer las cosas lo mejor posible en el menor tiempo posible, porque ello repercutirá en que dispongamos de mayor tiempo libre para nuestros hobbies y aficiones. La llegada del curso no es obstáculo para que sigamos disfrutando de todo aquello que nos gusta mientras llevamos al día nuestros estudios.
En definitiva, creemos que la buena suerte favorece a los que están preparados y por ello, hemos seleccionado un conjunto de cinco pequeños pasos con los que, sin embargo, avanzarás mucho espacio en el camino correcto para lograr el éxito. Vamos a ello:
Curso 2013-2014: 5 Hábitos Productivos
1) Tu cuerpo es sabio
Es sabido que cada uno de nosotros tiene sus biorritmos y no es prudente forzarlos. Hay gente que no soporta madrugar para estudiar y otros que encuentran antes de que salga el sol el mejor momento para repasar del tirón unos apuntes. Igualmente, hay estudiantes que prefieren la media noche y las primeras horas de la madrugada y otros que a esas horas están en el tercer sueño. Plantea un horario de estudio que se amolde a tus circunstancias físicas y emocionales, y no te importe cambiarlo cuantas veces sea preciso. Cuando veas que eres incapaz de estudiar, por dispersión o fatiga, da un paseo, toma aire fresco y vuelve a la tarea un poco más tarde.
2) Pregunta lo que no comprendas
Esta sencilla pauta mejoró mucho mi vida como estudiante. Antes tenía mucha vergüenza de ir al despacho del profesor a preguntarle dudas de clase. Quizás también fuera un punto de pereza. Pero cuando vi que así pasaba demasiados minutos de mi vida estudiando cosas que no entendía, perdí todos los temores y reparos, y me decidí a no dejar sin respuesta ninguna de mis dudas. Entonces noté que estudiaba mucho mejor los apuntes, como con más ligereza. Las cosas que no entendemos son como baches en la carretera.
3) Planifica el curso
Los expertos en productividad dicen que la planificación de las tareas, de los proyectos hay que hacerla siempre, aunque luego no se cumpla. Esta gran frase encierra una gran verdad: el plan nos ayuda a bajar al suelo todas las expectativas que tenemos sobre lo que va a ser el curso, en qué parte del año hay que rendir más, cuáles son las épocas de clase donde tener más tiempo libre, etc. Dedica un tiempo, en los momentos previos o iniciales del curso, a crear tu método, una previsión de lo que va a ser para ti este nuevo período académico. Puedes realizarlo en cuanto dispongas del programa de las asignaturas y de los horarios de clase. Señala hitos (temas de especial dificultad, períodos de vacaciones o descansos, fechas de entrega de trabajos, etc)
4) Asiste a clase
Esta pauta puede parecer muy obvia pero hay mucha gente que considerar ir a clase una pérdida de tiempo si luego pueden conseguir los apuntes a través de un compañero, o seguir la didáctica a través de un manual. Sin embargo escuchar presencialmente al profesor es fundamental para asimilar correctamente muchos conceptos y trasladar correctamente sus explicaciones a mis apuntes. De esta manera, cuando afronte el estudio de los exámenes, todo lo que esté en los apuntes ya me sonará de algo y será muchísimo más fácil memorizar de forma comprensiva.
5) Ahorra tiempo con la tecnología
Internet, como gran fuente bibliográfica, plagada de blogs y webs con muchísimos recursos educativos, o redes sociales con expertos a los que consultar dudas, y las apps móviles para smartphones y tabletas digitales, sobre todo las que se centras en cuestiones de enseñanza, han revolucionado nuestra manera de estudiar haciéndola más eficiente. Siempre de forma prudente, el uso de las nuevas tecnologías puede potenciar tus conocimientos, mejorar tus apuntes, favorecer tu rapidez de aprendizaje y abrirte nuevos horizontes.
Artículo elaborado por la web de apuntes y trabajos académicos, El Rincón del Vago
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