Las regiones pobres y dependientes se ven especialmente
afectadas. Sus economías intentan adaptarse a las necesidades
que marca el comercio mundial. Se transforman para tener
acceso a las inversiones extranjeras, por este motivo , muchos
países se agruparon en bloques económicos.
Los gobiernos latinoamericanos implementaron las políticas económicas
llamadas "neoliberales". Mediante estas políticas el estado se retiró de sus
funciones de administrador y planificador de la economía y pasó a ser un
controlador de las actividades que desarrolla el sector privado.
La desregulación de la economía afectó en el mercado financiero, lo que permitió la entrada de
inversiones extranjeras. Algunos se instalaron con fines productivos y otros, con fines especulativos, estos
últimos son llamados "capitales golondrina", por la rapidez con la que llegan y se van de los países.
A partir de estos procesos de reforma del estado y de las privatizaciones de las
empresas de servicios públicos, se produjo un importante flujo de capitales hacia la
región. Argentina recibió 50.000 millones de dólares en inversiones que fueron
destinados a empresas de servicios y a otros sectores.
Estas empresas implementaron una
reconversión tecnológica y laboral . La
flexibilidad laboral pasó a ser más
importante , ya que los empleados se
adaptaron a los cambios de tareas,
productos y demandas del mercado. El
desempleo fue una de sus mayores
preocupaciones.