La sabiduría descansa en muy pocos saberes y en
mucho conocimiento personal.
Para conocer y compartir la sabiduría se
requieren ciertas cualidades subjetivas.
La sabiduría es un
conocimiento impersonal.
Sabio es el que puede distinguir en cada circunstancia lo
esencial detrás de las apariencias. En la sabiduría no se
diseccionan los aspectos de algo, sino que se toma como
un todo.
La sabiduría se relaciona con el
sentido y el valor de las cosas.
Aunque se puede compartir, cada quien
debe comprobar por experiencia propia
que lo que el sabio dijo fue verdad.
A la sabiduría importa el saber sólo como guía
para un conocimiento personal.