El presente material es un esquema de "Dos ideales de conocimiento", un epígrafe en el libro de Luis Villoro titulado "Creer, Conocer, Saber". Trata de la sabiduría y de la ciencia, dos imprescindibles y no intercambiables tipos de conocimiento, la aproximación con que estudian las cosas y la subjetividad y objetividad de estos tipos de conocimiento.
La sabiduría se interesa por la
profundidad; la ciencia, por la claridad.
La sabiduría no es la explicación por reducción a
ideas simples, sino la comprensión personal de la
plenitud innombrable de cada cosa.
Profundidad es conocer las características permanentes
de X que permiten comprender sus actitudes,
valoraciones, y acciones más diversas.
El ideal de la ciencia universal sería derivar todo el
saber de una fórmula elemental, compuesta de
términos definidos con precisión
La ciencia debe ser objetiva, la
sabiduría debe ser subjetiva.
Ya que la ciencia busca captar la realidad tal cual es
para todos, con independencia de las opiniones
personales, debe apartar al sujeto y enfocarse en el
objeto.
La sabiduría, en cambio, le interesa el sentido y valor
de las cosas en su relación con el hombre, por tanto no
puede apartarse de los motivos subjetivos de quien
conoce.
Emitir juicios de valor le compete únicamente a la
sabiduría, pues darle valor y sentido a algo requiere
del conocimiento personal y responde a
características subjetivas.
Son imprescindibles y no intercambiables, pues orientan la
vida de modo que nuestra acción sea acertada, por acorde
con la realidad, y tenga sentido, por valiosa.