La comunicación oral es una de las dos formas tradicionales de expresión con que cuenta el ser
humano y se distingue de la comunicación escrita en varios elementos fundamentales, como la
presencia de los interlocutores involucrados o la duración del acto comunicativo en el tiempo.
La comunicación oral es considerada parte fundamental de los rasgos naturales del hombre.
Elementos
Emisor: Es quien pronuncia el discurso.
Receptor: Es aquél a quien el discurso está dirigido.
Mensaje: Es la información que se transmite (que suele ser mayor o diferente a la que se tiene la
intención de transmitir).
Canal: Es el sostén sobre el cual se monta el mensaje: la palabra hablada, el aire que vibra para
transmitir los sonidos.
Código: Es la lengua, el grupo de signos compartido por el emisor y el receptor.
Situación: Es el contexto en el que se da la comunicación y que influye en el sentido del mensaje.
Esto es en lo que más se distinguen la comunicación oral y la escrita. Mientras la primera requiere que tanto
emisores como receptores estén presentes en un momento y lugar determinados (excepto, claro, en el caso de
mensajes grabados o emisiones de radio y televisión), la escritura en cambio puede atravesar distancias e
incluso épocas, pues dura en el tiempo. Lo dicho, como dice el proverbio, se lo lleva el viento.
La comunicación oral puede ser
Espontánea: Este tipo en general no tiene un planeamiento y denota una estructura desordenada.
Planificada: Ejemplo de esto son las ponencias o entrevistas pautadas. El discurso puede estar
ensayado.
Multidireccional: Es aquella en la que intervienen diferentes participantes que van hablando por turnos
pautados o no.
Unidireccional: Es en la que no hay cambio de roles y un emisor habla a una audiencia que lo escucha.