En el pasado la aplicación de situaciones disciplinarias estaba basado en la coerción y los castigos, en
algunos casos corporales, para mantener de manera adecuada el respeto tanto entre pares como entre
superiores y subordinados, a partir de la segunda mitad del siglo XX esta perspectiva de la disciplina
cambio hacia una forma más de negociación y convencimiento, lo que dio origen al concepto de disciplina
con dignidad
Las nuevas exigencias sociales nos hacen entender que dentro de los nuevos componentes
curriculares la disciplina es hoy un área de oportunidad que debe abordarse desde una perspectiva
formativa y de dialogo constante, ya que pareciera que los estudiantes se empeñan en hacer lo
contrario a lo esperado.
la creacion de un reglamento escolar respónde ala necesidad de formar una clara idea en el alumno de la existencia
de limites y normas que permiten una mejor convivencia y abonar a una formacion en buenos habitos y costumbres tan
necesaria hoy en dia
Los estilos disciplinarios, suelen convertirse en una de las dimensiones de la “cultura escolar” que termina “naturalizándose”
pese a que esta forma de gestión no favorece los cambios que se espera generar en los estudiantes. Por ejemplo, se anota o
suspende muchas veces a un alumno por la misma falta, sin detenerse y cuestionar qué falla en nuestro procedimiento que
no produce el cambio esperado en todo acto educativo, atribuyendo el problema al estudiante, único responsable de su “no
cambio”
En el caso muy especifico de la EST 144 la revision y reeestructura del reglamento escolar se hara para administrar efectivamente la disciplina desde e el
aula por lo cual es muy importante es indispensable que el docente establezca reglas que los alumnos puedan seguir, partiendo de la premisa de que las
reglas deben establecerse de manera conjunta permitiendo en el alumno la reflexión crítica acerca de las conductas que se pretenden normar
El plan disciplinario que se pretende establecer deberá proveer de una referencia adecuada y significativa del proceso dentro del cual se
organiza todo el esfuerzo para dirigir el comportamiento del alumnado y crear un ambiente educativo de
confianza, ordenado y positivo en el cual el maestro pueda enseñar y los alumnos puedan aprender.
Para elaborar el plan de disciplina escolar es importante establecer desde el inicio las reglas o normas
generales, las cuales son aquéllas que están presentes a lo largo del día y en todas las actividades. Son
importantes porque permiten a los alumnos conocer las expectativas de comportamiento básico que tiene
la institución y de igual manera estas deben darse a conocer de manera clara, asertiva y puntual al padre de
familia. Deben comprender las acciones que se esperan y las que se prohíben en el plantel.
Comprender que las maneras de gestionar la disciplina nos han sido legadas por un sistema que tenía objetivos diferentes y que
trabajaba con estudiantes distintos, de allí que no nos resulte. Comprendido lo anterior , el regalamento que surja de este proyecto
de intervencion debera responder tanto alas necesidades de nuestros alumnos como al contexto y las diversas situacionss tanto
familiares como sociales que afectan la conducta y comprtamiento del alumno
No podemos suponer o exigir el compromiso de los estudiantes con los objetivos educativos, debemos
construir dicho compromiso a ´partir de un nuevo contrato pedagógico .. Si partimos por exigir aquello que no hemos construido, chocaremos
constantemente con el obstáculo de la indisciplina. En el proceso de aprendizaje el error es una posibilidad.
Se debe aceptar y trabajar entendiendo que existen transgresiones que son parte del proceso de
aprendizaje, entregando una visión positiva para el futuro
el logro de la comprensión de los efectos de la acción impropia, en la vía de ir formando un criterio personal
acerca de lo que está bien y lo que está mal en términos de juicios morales y acciones coherentes con éstos.
Las habilidades que se observan ausentes en la mayoría de las disciplinarias deben ser enseñadas: el respeto,
el orden, el respeto de los turnos, el mantenimiento de un clima de aula adecuado al aprendizaje, etc. Todas
ellas son habilidades que se deben implementar con la intención de incidir positivamente en el marco del
proceso de enseñanza de tal manera que se aprendan paulatinamente.