El esquema de protección social seguido en el país se ha ordenado sobre dos ejes: la seguridad social y la política social.
La seguridad social
La seguridad social puede ser definida como el conjunto de mecanismos diseñados para garantizar
los medios de subsistencia de los individuos y sus familias ante eventualidades como accidentes o
enfermedades, o ante circunstancias socialmente reconocidas como la vejez y el embarazo.
La exclusión de los mecanismos sociales de protección vulnera la
capacidad de los individuos para enfrentar contingencias fuera de
su control que pueden disminuir significativamente su nivel de
vida y el de sus familias
En México las primeras acciones de seguridad social se realizaron con el propósito de consolidar y
fortalecer las instituciones y dependencias del Estado que surgió de la revolución de 1917, al crearse
en 1925 la Dirección General de Pensiones con el objetivo de proporcionar servicios de salud,
préstamos y pensiones en beneficio de la nueva burocracia gobernante.
Configurándose un esquema de protección social fragmentado y estratificado en el que los
beneficiarios se encontraban en las filas de la burocracia, el ejército, el sector financiero público, los
sindicatos de trabajadores industriales y de servicios, y de las grandes empresas públicas.
El esquema de seguridad social de México además de limitado, en términos de la cobertura que
ofrece, se encuentra fragmentado en diversas instituciones entre las que se encuentran el IMSS, el
ISSSTE, Petróleos Mexicanos (Pemex), Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Secretaría de
Marina (Semar), y gobiernos e instituciones estatales.
El IMSS es la institución de seguridad social más importante del país. La Ley del Seguro Social
establece que la seguridad social tiene por finalidad garantizar el derecho a la salud, la asistencia
médica, la protección de los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el
bienestar individual y colectivo, así como el otorgamiento de una pensión que, en su caso y previo
cumplimiento de los requisitos legales, será garantizada por el Estado.
Por su parte en la Ley del ISSSTE, se establecen con carácter obligatorio los siguientes seguros: de
salud, que comprende atención médica preventiva, curativa y de maternidad, y rehabilitación física y
mental; de riesgos de trabajo; de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez; y de invalidez y vida.
El resto de los regímenes de seguridad social, funcionan en lo general teniendo como referencia lo
establecido en las leyes mencionadas, cabe señalar que algunos sectores como el Poder Judicial y el
sector financiero público cuentan con beneficios mayores a los establecidos en los ordenamientos
referidos
Derechohabiencia
Las características con que se ha conformado el esquema de seguridad social en México, ha tenido
como resultado que la mayoría de la población esté excluida de la protección social. En el año 2010,
45.3 millones de personas disponían de derechohabiencia en alguna institución de seguridad social
en tanto que 67 millones carecían de ella. Destaca que el porcentaje de asegurados en 2010 sea el
más bajo desde el año 2000
Cobertura de la seguridad social
Si se toma en cuenta la cobertura, afiliados directos, que proporcionan las instituciones de seguridad
social en relación con la Población Económicamente Activa (PEA), se observa que el porcentaje de
trabajadores incorporados a la seguridad social no rebasa 40%. El bajo nivel de cobertura de la
población trabajadora es un indicador del grado de informalidad existente en la economía, pero
también del nivel de informalidad en que se desarrollan diversos sectores económicos formales, y
manifiesta la insuficiencia de los mercados laborales como medio para que la población acceda a los
esquemas de seguridad social.
Pensiones
Las pensiones y jubilaciones representan un aspecto importante de la seguridad social, ya que
protegen el ingreso de las personas cuando por incapacidad, accidentes de trabajo, invalidez o vejez
se retiran de las actividades laborales remuneradas. En México el grupo de personas de 60 años o
más, fue de 11.4 millones en 2010, lo que representa un aumento de 27.2% con respecto al año 2000.
Dotar de pensiones y servicios a este sector de la población representa un reto creciente para el país
y una carga fiscal cada vez mayor. A nivel nacional, de los 11.4 millones de personas mayores de 60
años, 3.9 millones, 34%, recibieron pensiones en el año 2010 principalmente por parte del IMSS o el
ISSSTE
Distribución de las pensiones
Al analizar la distribución y monto de las pensiones se
encuentra que éstas siguen el mismo patrón de
comportamiento, desigual e inequitativo, que caracteriza la
distribución del ingreso en el país. Los grupos de menores
ingresos ven obstaculizada su incorporación al sistema,
debido a que se encuentran en los mercados informales y a
que su baja calificación los lleva a tener alta rotación y
escasa estabilidad laboral.