Con la fundación de la Secretaría de Educación Pública en 1921 por José Vasconcelos
se desarrolló la idea del “maestro
misionero”. Esta idea tenía un origen
religioso muy poderoso.
Aula
Estar en el aula de clases es más que eso, es toda una experiencia. Sin
duda, nada cambia más la percepción que una buena clase, donde todo
ocurra y los conocimientos sean compartidos. La emoción que despertamos
en cada alumno es lo que lo mantiene atento y queriendo más, buscando y
aprendiendo porque la investigación nunca acaba. Una buena clase asegura
que estemos haciendo del día a día de nuestros alumnos una vivencia
completamente distinta
Estudiantes que hacen preguntas; buenas preguntas No decimos
que esto sea consecuencia de un buen clima de aula, pero sí es
crucial si hablamos de aprendizaje y, además, el papel de la
curiosidad está infravalorado: aunque se ha estudiado, no lo
hemos tratado con la suficiente y necesaria profundidad, ni lo
apreciamos debidamente entre nuestras/os alumnas/os. Si una
unidad temática provoca poca curiosidad, si las tareas no la
generan, mal asunto... Muchos profesores y muchas profesoras
obligan al alumnado a preguntar cosas, sobre todo al principio de
las unidades didácticas y al final de las clases: no se trata de
esto, en absoluto. Esta táctica no da resultado, es en vano y
desalienta a ambas partes. Hay que enseñar a los niños y las
niñas a hacer buenas preguntas.
Las preguntas se valoran más que las respuestas Porque, sí, las
preguntas son más importantes que las respuestas: las buenas
preguntas conducen al aprendizaje. Tienen valor en sí mismas (lo
cual no significa que las buenas respuestas no lo tengan, pero
una buena pregunta revela indagación y, a menudo, una
respuesta implícita y un proceso constructivo para hallar la
incógnita). Es más: es muy recomendable que "premies" ese tipo
de acontecimientos y los tengas en cuenta a la hora de poner la
(muy sobrevalorada) calificación
Las
ideas
provienen
de
muchas
fuentes
Ideas
para
lecciones,
para
lecturas,
para
las
pruebas
objetivas,
para
los
proyectos,
para
los
trabajos...
La
fibra
del
aprendizaje
del
alumnado
tiene
que
surgir
desde
muchas
fuentes.
Si
todo
viene
de
tí,
mal:
estás
ayudando
a
matar
la
curiosidad,
dándolo
todo
hecho.
La
comunidad
educativa,
los/as
expertos/as
(fuera
del
ámbito
educativo;
por
ejemplo,
físicos/as,
lingüistas,etc)
o
el
propio
alumnado
son
muy
buenas
fuentes:
un
gran
cambio
en
la
credibilidad
de
los
contenidos
y
habilidades
impartidos
en
el
aula.
La vocación es el punto de inicio, aunque no
el único para elegir la profesión
“Fomentar la creatividad y la imaginación, (…) forjar su carácter y proporcionarles
herramientas para desenvolverse en la vida y tomar sus propias decisiones”. “Ser un
eterno estudiante”.