fue un movimiento social en el que además
de estudiantes participaron profesores,
intelectuales, amas de casa, obreros,
campesinos, comerciantes y profesionales en
la Ciudad de México
El estado mexicano que caracterizó el movimiento como el
intento de derrocar al gobierno, instaurar un régimen
comunista como parte de un Plan Subversivo de Proyección
Internacional y lo criminalizó, argumentando que sus
participantes eran terroristas, delincuentes o un peligro
para la seguridad nacional.
El movimiento contó con un pliego
petitorio del CNH al Gobierno de
México de acciones específicas como la
libertad a presos políticos y la
reducción o eliminación del
autoritarismo.
Por ello, fue reprimido continuamente durante el transcurso del mismo y con el fin de
terminarlo, el 2 de octubre de 1968 perpetró la masacre de Tlatelolco en la Plaza de las
Tres Culturas de Tlatelolco, logrando disolver el movimiento en diciembre de ese año. El
hecho fue cometido de manera conjunta como parte de la Operación Galeana por el
grupo paramilitar denominado Batallón Olimpia, la Dirección Federal de Seguridad (DFS),
la llamada entonces Policía Secreta y el Ejército Mexicano
a Fiscalía Especial para los Movimientos Sociales y Políticos del Pasado
(FEMOSPP) de la Procuraduría General de la República del gobierno de
México, concluyó en 2006 en su Informe Histórico presentado a la
sociedad mexicana,2 que el movimiento estudiantil «marcó una inflexión
en los tiempos políticos de México», fue «independiente, contestatario y
que recurría a la resistencia civil
El hecho fue cometido de manera conjunta como parte de la Operación Galeana por el grupo
paramilitar denominado Batallón Olimpia, la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la llamada
entonces Policía Secreta y el Ejército Mexicano, en contra de una manifestación convocada por
el CNH. De acuerdo con lo dicho por sí mismo en 1969,6 y por Luis Echeverría Álvarez7, el
responsable de la matanza fue Gustavo Díaz Ordaz.