El pensamiento es la operación
intelectual de carácter individual que
se produce a partir de procesos de la
razón. Los pensamientos son
productos que elabora la mente,
voluntariamente a partir de una orden
racional, o involuntariamente a través
de un estímulo externo.
El lenguaje es un sistema de signos,
orales, escritos o gestuales, que a
través de su significado y la relación
permiten que las personas puedan
expresarse para lograr la
comunicación con el resto.
El lenguaje es el medio que usamos para expresarnos, para comunicar nuestros pensamientos y también para
recibir, analizar, criticar y compartir los pensamientos de otros, por lo cual es absolutamente necesario para que
ocurra el proceso de socialización.
Sapir-Whorf defiende la hipótesis en que se
destaca el papel del lenguaje en la representación
de la realidad, más allá de su función como sistema
de uso convencional al servicio de la comunicación.
En su versión más radical, esta hipótesis postula
que el pensamiento y la acción están totalmente
determinados por el lenguaje. Por lo tanto, los
hablantes de diferentes lenguas tendrían distintas
percepciones de situaciones objetivamente
idénticas.
Piaget propuso un modelo de funcionamiento
cognitivo que concibe explícitamente el lenguaje
como un subproducto del pensamiento. Según Piaget,
el lenguaje no basta para explicar el pensamiento, ya
que las estructuras que caracterizan el pensamiento
tienen sus raíces en la acción y en los mecanismos
sensoriomotores, que tienen un carácter más básico
que los lingüísticos