PSICOBIOLOGÍA DE LA IRA, DE LA
VIOLENCIA Y LA AGRESIVIDAD, Y DE LA
SEXUALIDAD.
PSICOLOGIA DE LA AGRESIVIDAD
Desde el punto de vista psicobiológico, es muy compleja y discutida la definición
de agresión humana y animal así como la diferenciación entre violencia,
agresión y agresividad, por ello se considera violencia y agresión como términos
iguales que designan una misma realidad.
Conducta animal agresiva
Y muchas veces, la jerarquía solo se establece a través de conductas
de amenaza o pose, sin ataques reales. Predisposición genética,
ambiente y experiencia son los factores que influyen en el impulso de
ataque de un animal.
Papel de las aminas cerebrales en la agresividad
En el cerebro se han podido identificar diversos
engranajes dedicados a modular el equilibrio entre
activación e inhibición de la agresión mediante
sustancias químicas, conocidas como
neurorreguladores.
Conducta agresiva en humanos: neurofisiología, genética y aminas cerebrales
La conducta agresiva en el ser humano puede interpretarse como
manifestación de un instinto o pulsión de destrucción, como reacción que
aparece ante cualquier tipo de frustración o como respuesta aprendida ante
situaciones determinadas.
Hormonas y conducta agresiva
La conducta agresiva se
desencadena como consecuencia
de una serie de procesos
bioquímicos que tienen lugar en el
interior del organismo y en los que
desempeñan un papel decisivo las
hormonas. Ejemplos de estas,
tenemos a la vasopresina, al igual
que los andrógenos, como agentes
causales de la agresión.
Agresividad y alcohol
El alcohol provoca que las
personas se pongan
físicamente violentos. Qué
curioso es el alcohol en
general... A unos les da la
risa floja, a otros les da
por llorar y a otros, les
pone violentos.
PSICOBIOLOGÍA DE LA SEXUALIDAD
El estudio de la función sexual implica investigar todos los aspectos relacionados con sus fases
apetitiva (deseo), relacional (búsqueda de pareja sexual), estimulativa y excitatoria (asociadas
con la conducta sexual) y orgásmica.
¿cuáles son las razones biológicas de esta disfunción? Pues, volviendo a los animales, hemos visto
cómo se ha comprobado que una baja autoestima conlleva una baja producción de testosterona, lo
mismo que, de manera inversa, una alta autoestima produce un alto nivel secrecional de testosterona.
En particular, el estudio de la función sexual implica investigar todos los aspectos relacionados con sus
fases apetitiva (deseo), relacional (búsqueda de pareja sexual), estimulativa y excitatoria (asociadas
con la conducta sexual) y orgásmica.
La ansiedad resta sexualidad como el odio resta amor, o como la auto-agresión resta animación.
Ansiedad y placer son enemigos irreconciliables, de forma que cuando aparece la primera se fastidia la
fiesta. También se oponen a la sexualidad la repugnancia moral y el asco.