Se engloba dentro de los mecanismos neuromusculares en la producción de la fuerza y debe distinguirse del concepto común de hipertrofia, siendo ésta el aumento en número o tamaño de las fibras musculares.
La coordinación
intramuscular
Nota:
Todas las aptitudes manifestadas en una actividad física y en el deporte tienen una explicación fisiológica que rigen los métodos de entrenamiento más adecuados para trabajarlas. En el caso del entrenamiento de fuerza existen dos conceptos que deben entenderse para saber cómo actúa el trabajo sobre nuestras fibras: hablamos de La coordinación intramuscular y la coordinación intermuscular. Debe distinguirse del concepto común de hipertrofia, siendo ésta el aumento en número o tamaño de las fibras musculares.
Es un tipo de coordinación que
determina la capacidad de fuerza que
somos capaces de aplicar.
¿Para qué sirve?
Nota:
El entrenamiento de la coordinación intramuscular genera efectos de crecimiento de la fuerza pero sin aumentar la sección del músculo, es decir, no se eleva el peso del deportista. Para actividades deportivas como el fútbol, donde el deportista tiene que desplazar su cuerpo lo más rápido posible, es importante que ese peso sea el mínimo ya sea de músculo o de grasa. Puede combinarse perfectamente con el entrenamiento en circuitos para mejorar la resistencia en el fútbol.
Cuando realizamos movimientos y
esfuerzos al practicar una actividad
deportiva necesitamos, entre otras
cosas, que los músculos actúen. La
acción de estos músculos tiene
lugar de manera conjunta y
sincronizada, de manera que lo que
se produce es una intervención de
cadenas musculares, formadas por
diferentes músculos.
La coordinación intermuscular
también va a tener importancia en el
entrenamiento de la fuerza, ya que
en los movimientos realizados en
determinados ejercicios, como los
llamados básicos, interviene más de
un músculo.
La coordinación
Intermuscular
Nota:
Se puede atribuir a la técnica deportiva específica de la modalidad y su complejidad incrementa conforme aumenta la secuencia de las acciones típicas del deporte.
Actividad armónica de los distintos
grupos musculares que intervienen
en un movimiento o gesto deportivo
¿Para qué sirve?
Nota:
Fundamentalmente para mejorar la coordinación gestual como se ha citado anteriormente. Su entrenamiento se basa en ejercicios con peso libre, siendo contraproducente aquellos movimientos guiados en máquinas. Además debe existir una transferencia hacia el deporte entrenado, por lo que será ideal combinarlo con ejercicios donde prevalezcan los movimientos que se repetirán en el entrenamiento técnico-táctico o competición. Se deberá imitar el tipo de contracción, ángulo articular, velocidad de trabajo, etc.
Durante los entrenamientos de
fuerza los músculos son sometidos
a tensión, y ello supone que entren
en juego un determinado número de
fibras. Cuando una persona no está
acostumbrada a realizar
entrenamientos exigentes, este
número de fibras implicadas no
suele superar el 60% del total.
Este entrenamiento no produce un
aumento significativo del volumen
muscular (o hipertrofia), pero,
evidentemente, sí que produce un
aumento rápido de la fuerza debido a
la mejora de factores bioquímicos y
nerviosos.
Adaptación del organismo a la carga física Según Weinek la
adaptación biológica en el deporte se define como el conjunto de
cambios producidos en el organismo y sus funciones por la
influencia psicofísica de la actividad deportiva
Nota:
El concepto de adaptabilidad se describe como el resultado de las interacciones entre el organismo y el medio, en lo que concierne a las características hereditarias y su desarrollo (expresión genética), de manera que la información genética (genotipo) se manifiesta de forma externa en el fenotipo por la influencia del entorno. Por tanto, la adaptación del organismo humano está condicionada por la influencia de diversos factores endógenos y exógenos
Procesos de Adaptación como condicionante del ejercicio