Internet ha revolucionado muchos ámbitos y especialmente el de las comunicaciones de una manera
radical hasta el punto de llegar a convertirse en un medio global de comunicación Internet está
totalmente integrado en nuestra vida diaria, en todos los ámbitos, y esto ha tenido una repercusión en la
forma en la que interactuamos con los demás. Un claro ejemplo de este impacto lo vi cuando empecé en
el mundo de las redes sociales.
Así pues, las tecnologías de la información han forjado cambios fundamentales en
toda la sociedad posibilitando el paso de la era industrial a la era de redes. Vivimos
en una sociedad en la que las redes de información global resultan infraestructuras
esenciales
¿cómo han afectado estos cambios a las relaciones humanas? Internet ha cambiado el comercio, la
educación, el gobierno, la salud e incluso la forma de relacionarnos afectivamente; podría decirse que
está siendo uno de los instrumentos principales de cambio social en la actualidad.
Lo utilizamos para casi todo, desde compartir un momento con un amigo enviando
un foto a través de mensajería instantánea hasta pedir una pizza o comprar un
televisor. El desarrollo de internet ha puesto en marcha un debate sobre el modo en
el que la comunicación a través de internet afecta las relaciones sociales. Internet
libera al individuo de las restricciones geográficas y une a las personas en torno a
nuevas comunidades de interés que no están atadas a un lugar concreto.
Durante los últimos años de la década de 1980 y la década de 1990, internet creció hasta
incluir el potencial informático de las universidades y centros de investigación, lo que,
unido a la posterior incorporación de empresas privadas, organismos públicos y
asociaciones de todo el mundo, supuso un fuerte impulso para internet, que dejó de ser
un proyecto con protección estatal para convertirse en la mayor red de ordenadores del
mundo, formada por más de 50.000 redes, cuatro millones de sistemas y más de setenta
millones de usuarios.
Internet es uno de los factores clave de dinamización de la economía en la
actualidad. Nadie se puede permitir el lujo de quedarse rezagado. Además, en un
entorno macroeconómico difícil, internet puede actuar como impulsor del
crecimiento de la economía y este crecimiento viene acompañado de mejoras
también en la productividad y la competitividad.
Varios estudios señalan que los jóvenes que hablan sobre sus
opiniones políticas en internet son más propensos a participar en
los asuntos públicos. Cuanto más informado está un ciudadano,
más probabilidades hay de que participe en las elecciones y lo
hará de forma más libre.
Internet también ha cambiado la manera de relacionarnos en el plano
afectivo. En este sentido, ahora todos estamos comunicados con todos de
una manera más accesible, inmediata y sencilla, acercando nuestras
relaciones personales y sentimentales a la pantalla del ordenador, el
teléfono móvil o la tableta.
Al igual que ocurre en el ámbito de la educación, es un
hecho que el desarrollo de las tecnologías de la información
y la comunicación, así como el alcance de la globalización,
están cambiando nuestra propia naturaleza y también el
significado de la identidad cultural. Vivimos en un mundo
complejo, donde la comunicación y los flujos culturales
traspasan cada vez más las fronteras. Conceptos como el
espacio, el tiempo y la distancia pierden su significado
tradicional. Así nace la globalización cultural y se desarrolla
una difusión global de acciones e iniciativas en este ámbito.