LA DEMARCACIÓN DE TERRITORIO. - LOS LÍMITES DE LA CÓLERA Y EL PERDÓN
EL OSO DE LA LUNA CRECIENTE
Subestructura
Esencia del
cuento:
Aplica todas estas cosas a tu cólera y todo irá
bien (consejo de la curandera de que
vaya a casa y aplique estos principios)
Nos muestra:
Es bueno buscar su curación.
Es bueno aplicar la paciencia
a la furia reciente o antigua.
Revela todo un modelo para
afrontar y curar la cólera:
La comprensión de la furibunda faceta de
la psique compasiva ( el reconocimiento de
que el oso, el Yo compasivo, no es manso)
La iluminación no tiene lugar en la
montaña. Se produce cuando, por medio
de la quema del pelo del oso de la luna
creciente, se disuelve la cura mágica.
Todos nos enfrentamos con esta situación, pues todos
pensamos que, si trabajamos duro y emprendemos
una búsqueda sagrada, obtendremos algo sólido, algo
importante, pero no es así como funciona.
Aunque adquiramos todos los conocimientos
del universo, todo se reduce a una cosa:
práctica. Se reduce a regresar a casa y llevar a
efecto paso a paso lo que hemos aprendido
Pidiendo la ayuda del gran Yo
compasivo (la paciente alimentación
del oso y la amable respuesta de éste)
Para los antiguos el oso era
el símbolo de la resurrección.
El oso de la luna creciente se considera un ser
sagrado, que recibió la blanca marca de su
garganta de manos de la diosa budista
Kwan—Yin cuyo emblema es una luna creciente.
En la psique el oso se puede interpretar
como la capacidad de regular la propia vida,
especialmente la vida emocional.
El pelo de la garganta del oso es
un talismán, una manera de
recordar lo que se ha aprendido.
Dejando descansa los viejos pensamientos
y sentimientos obsesivos (el encuentro
con los muen-botoke, los inquietos
espíritus sin parientes que los entierren)
Son los pensamientos, palabras e ideas
creativos de la vida de una mujer que
han sufrido una muerte prematura.
Lo cual es una de las causas
más profundas de su cólera.
Se podría decir en cierto modo que la
cólera es el resultado de unos espectros
que no han encontrado el debido descanso.
Reconociendo las ilusiones (la subida
de las rocas, el paso bajo los árboles)
En el cuento la mujer entona la
frase "Arigato zaizhö" que
significa "Gracias, Ilusión"
En japonés Zaishö significa :
La capacidad de ver claramente las cosas
que se interponen y nos impiden alcanzar
una comprensión más profunda de
nuestra propia persona y del mundo.
La ilusión se produce
cuando algo crea una
imagen que no es real.
Cuando buscamos, nuestra
verdad también tratamos de
disipar nuestras ilusiones.
Cuando conseguimos ver a través de
estas ilusiones podemos descubrir la
faceta oculta de la cólera.
Aceptando el desafío de penetrar en un
territorio psíquico que jamás se ha
visitado (el ascenso a la montaña)
En los mitos la montaña se
entiende a veces cómo:
Un símbolo de los niveles de
conocimiento que hay que alcanzar antes
de poder ascender al nivel siguiente.
La parte inferior de la montaña
Representan a menudo el ansia de
conciencia, se entiende como una
maduración de la conciencia.
La parte media de la montaña
Se considera la más
empinada del proceso.
Es la que pone a prueba los
conocimiento adquiridos en
los niveles inferiores.
La zona más alta de la montaña.
Representa una
intensificación del
aprendizaje.
Simboliza el enfrentamiento con
la sabiduría en el caso de este
cuento representado por el oso.
En la montaña encontramos
las claves adicionales acerca de
la manera de transformar:
El sufrimiento
El negativismo
Los aspectos
rencorosos de la cólera.
Buscando una sabia y serena fuerza
curativa (la visita a la curandera)
La cólera se comporta como el
encolorizado esposo en el cuento (no
quiere hablar o que lo dejen en paz).
En ese momento crítico cuando tenemos
que acudir a la curandera (nuestro yo).
Es la que nos puede decir qué
beneficio obtendremos de la
exploración de esa oleada emotiva.
La perspectiva de la curandera dice que
cuando hay serenidad, puede haber
aprendizaje y soluciones creativas.
Tenemos que utilizar la cólera
como fuerza creativa para:
Cambiar
Desarrollar
Proteger
Tema Central
Se refiere a lo que tiene que hacer una mujer para restablecer
el orden de la psique y sanar con ello la cólera del Yo.
La paciencia es
auxiliar de la cólera.
Ofrece una fugaz visión de estructuras
curativas y los significados más profundos.
La búsqueda de un
objeto mágico.
LOS ARBOLES
SECOS
El hombre del cuento se queda
inicialmente anonadado ante el
hecho de haber matado al jinete.
Sin embargo, cuando comprende que en aquel
caso tenía que seguir el primer impulso, se
libera de la norma excesivamente simple del
"no enfadarse jamás".
La iluminación no se produce en
el transcurso de la elección
propiamente dicha
Sino cuando se destruye la ilusión y
el sujeto adquiere la perspicacia
suficiente como para comprender
el significado de lo oculto.
El relato no gira en torno a la muerte de las
personas. Nos enseña a no desencadenar la
cólera indiscriminadamente sino en el
momento oportuno.
El cuento empieza cuando el hombre
aprende a dar agua, es decir, vida,
en condiciones de sequía.
El hecho de dar vida es un impulso
innato en casi todas las mujeres.
El espléndido don de estas
mujeres es el de:
Ver, oír, sentir, recibir y transmitir
imágenes, ideas y sentimientos
con la celeridad de un rayo.
Casi todas las mujeres pueden percibir el
más mínimo cambio en el humor de otra
persona, pueden leer rostros y cuerpos
—con eso que se llama la intuición.
Sin embargo, esta misma apertura hace
que sus límites sean vulnerables y las deja
expuestas a las lesiones del espíritu.
En su psique instintiva la mujer tiene la
capacidad de enfurecerse en grado
considerable cuando se la provoca
La cólera es uno de los medios innatos
que ella posee para poder desarrollar
una actividad creativa y conservar los
equilibrios que más aprecia,
Lo que significa:
Llega un momento en que las mujeres tienen
que enseñar los dientes, exhibir su poderosa
capacidad de defender su territorio
Como el hombre al principio
de "Los árboles secos"
LA CÓLERA
LOS DESCANSOS
Los descansos son símbolos que
conmemoran una muerte.
Hacer descansos significa echar un vistazo a la propia
vida y marcar los lugares donde se han producido las
muertes chiquitas y las muertes grandotas.
Trazar el itinerario de la vida de una mujer en
una gran hoja de papel de estraza de color blanco
y señalar con una cruz los lugares del gráfico
Empezando por su infancia hasta
llegar al presente en el que han
muerto distintos fragmentos y
piezas de su yo y de su vida.
Señalamos el lugar donde:
Estaban las carreteras
que no se tomaron.
Los caminos
interrumpidos.
Las emboscadas.
Las traiciones .
Las muertes.
Coloco una crucecita en los lugares del
itinerario cuya desaparición se hubiera
tenido que llorar o aún ha de llorarse.
después escribo:
Al fondo la palabra "olvidado" en referencia
a las cosas que la mujer intuye, pero
todavía no han aflorado a la superficie.
"perdonado" en referencia a
las cosas que la mujer ha
liberado en buena parte.
A continuación, la invito a hacer
descansos, a sentarse con el
itinerario de su vida y a preguntarse
"¿Dónde están las cruces?
¿Dónde están los lugares que hay que
recordar, los que hay que bendecir?".
Todos ellos tienen unos
significados que se han
incorporado a su vida actual.
Hay que recordarlos, pero hay que
olvidarlos al mismo tiempo.
los descansos es una práctica conciente
que honra a los muertos huérfanos de
la psique, se compadece de ellos y les
da finalmente sepultura.
Los descansos marcan el lugar de la
muerte, los momentos oscuros, pero
son también billetes amorosos para
el propio sufrimiento.
La cólera no se puede completar
sin el ritual del perdón.
La cólera de las mujeres
deriva a menudo:
De la situación de su
familia originaría.
De la cultura que la rodea .
A veces, de un trauma
sufrido en la edad adulta.
Cualquiera que sea la fuente
de la cólera, algo tiene que
ocurrir para que la mujer la
Identifique
Bendiga
Reprima
Libere
LA CÓLERA
COLECTIVA
La cólera o la rabia colectiva es
también una función natural
Las mujeres que adquieren conciencia
social, política o cultural descubren:
Desde un punto de vista psíquico es
saludable que las mujeres
experimenten semejante cólera.
Y es psíquicamente saludable que utilicen esta
cólera derivada de la injusticia para buscar los
medios capaces de producir el cambio necesario.
Pero no es psicológicamente saludable neutralizar
la cólera con el fin de no sentir nada y, por
consiguiente, no exigir la evolución y el cambio.
La cólera constructiva se puede
utilizar con provecho
como motivación para la búsqueda o el
ofrecimiento de apoyo
para la búsqueda de medios que induzcan a
los grupos y a los individuos al diálogo
para exigir responsabilidades,
progreso y mejoras.
la necesidad de enfrentarse con la
cólera colectiva que una y otra vez
les recorre el cuerpo.
EL INSTINTO Y LA CÓLERA HERIDOS
Las mujeres (y los hombres) tienden a dar por
terminados los acontecimientos pasados diciendo
"Yo/él/ella/ellos hicieron todo lo que pudieron"
Pero el hecho de decir "hicieron lo que
pudieron" no equivale a perdonar.
El hecho de reprimir la cólera y el
dolor no sirve de nada.
Si el instinto de una mujer ha
resultado herido, ésta se enfrenta con
varios retos relacionados con la cólera.
tarda en percatarse de las violaciones
territoriales y no percibe su propia cólera
hasta que ésta se le echa encima.
suele tener dificultades para
reconocer la intrusión.
Tales mujeres no actúan siguiendo
el impulso de la cólera que sienten
sino que arrojan el arma.
o bien experimentan una reacción
retardada varias semanas, meses o incluso
años después, al darse cuenta de lo que
hubieran tenido o podido decir o hacer.
Una mujer puede tener
dificultades en dar rienda
suelta a su cólera
Incluso si esa supresión resulta
perjudicial para su vida.
incluso en el caso de que ello la obligue a
revivir obsesivamente unos acontecimientos
de años atrás con la misma fuerza que si
hubieran ocurrido la víspera.
Insistir en hablar de un trauma y
hacerlo con gran intensidad a lo largo
de un determinado período de tiempo
es muy importante para la curación.
Al final, todas las heridas se tienen que
suturar y debe dejarse que se
conviertan en tejido cicatricial.
LA PERSISTENCIA DE LA
ANTIGUA CÓLERA
En las mujeres que se han
pasado un considerable
período de tiempo
superando un trauma
Tanto si este se
debió a:
La crueldad.
El olvido.
La falta de
respeto
La temeridad.
La arrogancia.
La ignorancia
de alguien.
Llega un momento en que hay que
perdonar para que la psique pueda
liberarse y recuperar su estado
normal de paz y serenidad.
Cuando una mujer tiene dificultades
para dar rienda suelta a la cólera o la
rabia, ello suele deberse a que utiliza
la cólera para fortalecerse.
A veces la gente se confunde
y cree que el hecho de
quedarse atascada en una
antigua cólera consiste en
Armar alboroto.
Arrojar objetos por ahí.
Alterarse.
Consiste más
bien en:
Una perenne sensación
de cansancio.
Andar por la vida
bajo una gruesa
capa de cinismo,
Destrozar todo
aquello que es:
Prometedor.
Tierno.
Esperanzador.
Tener miedo de perder
antes de abrir la boca.
Observar unos irritados
silencios de carácter defensivo.
Sentirse desvalida.
Pero hay un medio de salir
de esta situación y este
medio es el perdón.
Lo más importante
del perdón es
empezar y continuar.
Algunas personas, por
temperamento innato,
pueden perdonar con
más facilidad que otras.
Para poder sanar
realmente, tenemos que
decir nuestra verdad.
No sólo nuestro pesar y
nuestro dolor sino también:
Los daños.
La cólera.
La indignación que
se provocaron.
Los sentimientos de
venganza que
experimentamos.
Ahora cuáles son los cuatro
niveles del perdón.:
Apartarse - Dejar correr.
Para poder empezar a
perdonar :
Es bueno apartarse
durante algún tiempo.
Es una buena práctica que nos prepara para la
renuncia al cobro de la deuda que más tarde
acompañará al perdón
Dejar la situación, el
recuerdo, el asunto tantas
veces como sea necesario.
No se trata de pasar algo por alto sino de
adquirir agilidad y fortaleza para poder
distanciarnos del asunto.
Tolerar - Abstenerse
de castigar.
Quiere decir tener
paciencia, soportar,
canalizar la emoción.
El hecho de abstenerse de aplicar
castigos innecesarios fortalece la
integridad de la acción y del alma.
Tolerar equivale a
practicar la generosidad.
Permitiendo con ello que la gran naturaleza
compasiva partícipe en cuestiones que
previamente han provocado emociones que
van desde una leve irritación a la cólera.
Olvidar - Arrancar del
recuerdo, no pensar.
Significa arrancar de la memoria, negarse
a pensar; en otras palabras, soltar, aflojar
la presa, sobre todo de la memoria.
Olvidar no significa
comportarse como si el
cerebro hubiera muerto.
El olvido consciente equivale a soltar el
acontecimiento, no insistir en que éste
se mantenga en primer plano.
Sino dejar más bien que
abandone el escenario y se
retire a un segundo plano.
Esta clase de olvido no borra el
recuerdo, pero entierra las
emociones que lo rodeaban.
Perdonar - Dar por
pagada la deuda.
Es una decisión consciente de
dejar de guardar rencor.
El perdón es un acto de
creación. Se puede otorgar
de muy variadas maneras.