Es unitaria, es decir, se
corresponde con la globalidad
de la persona y es una acción
de la persona en cuanto tal.
No actúa la inteligencia, la
voluntad o los sentidos, sino el
hombre o la mujer como seres
unitarios o individuales.
Este mismo hechho nos lleva a otra
cualidad:
La complejidad.
El hombre es un
ser hunitario
pero a la misma
vez es complejo
y por eso la
acción también
lo es.
La integración, fundamentalmente, la necesidad de que el sujeto
incluya de manera correcta en su acto de autodeterminación los
diversos aspectos de la estructura de la persona; cuerpo, psique y
voluntad.
Persona y acción
En el hombre existen muchos dinamismos, reacciones institivas,
pulsiones vegetativas
tendencias, pero ninguno de ellos concuerda
con lo que propiamente denominamos
acción
La acción no se refiere a ningún dinamismo
parcial, sino a la actividad de toda la persona
en cuanto tal,
al desplegarse dinámico y unitario del
hombre. Yo actúo, en esta frase queda
radicada la esencia de la acción humana tal
como queremos considerla aqui.
Yo, como persona, despliego mis
potencialidades y entro en contacto
con el mundo.
¿Cuál es la esencia de este hecho?
No es fácil responder a esta
pregunta porque, como todas
las realidades humanas se
resisten tenazmente a la
descripción y más aun a la
definición,
pero si podemos decir que un
elemento clave es la casualidad.
Lo que distingue radicalmente la acción
humana de cualquier otro dinamismo que
puede tener lugar en el interior del hombre
es que el sujeto es la causa libre de la acción.
"Yo actúo" significa que yo, sujeto, pongo
libremente una accion en el mundo.
Sin mi, esa acción no existiria mientras que, por
el contrario,
mi determinación voluntaria supone una
modificación del ser del mundo que sigue a su
"puesta en la existencia", como diría Maritain.
Establecida la esencia más radical de la acción
podemos pasar a preguntarnos por las razones
de nuestra actividad.
¿ Por qué actuamos? ¿Por qué nos sumergimos
en un dinamismo a veces incluso desenfrenado y
voraz?
Primeramente, lo hacemos pornecesidad.
No podemos no actuar porque la
estructura de nuestro ser es dinámica
Somos movimiento y estamos obligados a
actuar hasta el punto de que, como
sabemos, las omisiones son tambien un
modo especifico de actuar que consiste en
la decisión de no hacer nada.
Pero la activida humana no es,
evidentemente, un mecanismo
necio fin para sí mismo, sino el
que nos permite lograr nuestra
plenitud,
nuestra autorrelación, lo que
intuimos en nuestro interior que
debemos ser pero que todavia no
hemos coseguido.
Desde este punto de vsta, las
razones del actual se multiplican
tanto como los aspectos de la
naturaleza humana con los que se
puede corresponder.
La dimensión obejtiva y subjetiva de la acción
La estructura de la acción humana es altamente compleja
hasta el punto que existe una rama de la filosofia
La teoria de la
acción
Se dedica a estudiarla,
La dimensión objetiva
Surge al contemplar la trascendencia de la persona sobre su acción y se
corresponde, fundamentalmente, con la dimensión intencional de la
libertad
Al actuar buscamos nuestar propia plenitud pero a través de algo que
no se identifica exactamente con nosotros ya que no somos nuestras
acciones.
"Yo actúo", significa que yo
causo la acción, la produzco y
la genero.
La acción aparece como un producto, como un hecho objetivable,
como una realidad distinta de mi ser y, precisamente, por eso, con la
capacidad de interferir y modificar el mundo en el que surge.
Un ejemplo, un obrero que construye un
edificio, está actuando, pero su acción se
distingue de él.
La dimensión objetiva de la acción muestra, además, la primacía de la
persona sobre su obrar. La acción es esencial, pero la persona lo es
más y tiene prioridad ontológico.
La dimensión subjetiva
El "yo actúo", al igual que veíamos en el "yo quiero" de la voluntad,
supone un sujeto que ejerce la acción pero que, al mismo tiempo, es
modificado por ella porque la acción, al fin y al cabo, nunca se separa
de la persona.
No existe "el construir", sino "alguien que construye", ni "el correr",
sino "alguien que corre" y que al construir o correr se cansa, se fatiga,
se fortalece o se perfecciona.
Esto quiere decir,
desde otra perspectiva,
que la acción, como
fácilmente puede
intuirse, nunca sale
completamente del
interior de la persona
porque es la misma
persona
modificandose.
Desde este punto de vista, y a diferencia de lo que antes
sucedía, la acción es intransitiva porque permanece en
el sujeto.
Por ultimo, hay que añadir
que la acción completa y
real no es ni subjetiva ni
objetiva, ni transitiva ni
transitiva sino que poseee
simultáneamente las dos
cualidades al igual que
sucedia con la libertad.
Los ambitos del obrar
La tripartición clásica y sus limites
La tradición clásica dividió la acción humana en tres tipos:
El hacer o producir: Lo constituyen las acciones en las que
el sujeto realiza algo como fabricar objetos, instrumentos,
utencilios, etc.
El obrar moral: Lo constituyen las acciones en las que el
sujeto se implica personalmente en la acción y
corresponde, por tanto, a las acciones viciosas y
virtuosas, es decir, a las acciones de tipo ético.
La contemplación: Es la actividad
propia del intelecto y es la acción
más bella y más perfecta
Las mil caras de la acción humana.
Hay una gran complejidad del mundo moderno que ha multiplicado de forma impresionante los
diferentes tipos de acciones que intentar encuadrarlas en categorias cerradas parece una
mteria vana e imposible; pero hay aumentar el esfuerzo de cada uno de ellos siempre respetado
la diversuidad de cada uno de ellos.