Conflicto armado entre 1914 y 1918, y que produjo más de 10 millones de bajas. Más de 60 millones
de soldados europeos fueron movilizados desde 1914 hasta 1918. Originado en Europa por la rivalidad
entre las potencias imperialistas, se transformó en el primero en cubrir más de la mitad del planeta.
Fue en su momento el conflicto más sangriento de la historia. Antes de la Segunda Guerra Mundial,
esta guerra solía llamarse la gran guerra o la guerra de guerras.
Inicios
La guerra comenzó como un enfrentamiento entre Austria-Hungría y Serbia. El Imperio de Rusia se unió
al conflicto, pues se consideraba protectora de los países eslavos y deseaba socavar la posición de
Austria-Hungría en los balcanes. Tras la declaración de guerra austrohúngara a Rusia el 1 de agosto de
1914, el conflicto se transformó en un enfrentamiento militar a escala europea. Alemania respondió a
Rusia con la guerra, obligada por un pacto secreto contraído con la monarquía de los Habsburgo, y
Francia se movilizó para apoyar a su aliada.
Las hostilidades involucraron a 32 países, 28 de ellos denominados «Aliados»: Francia, Gran Bretaña,
Rusia, Serbia, Bélgica, Canadá, Portugal, Japón, Estados Unidos (desde 1917), así como Italia, que había
abandonado la triple alianza. Este grupo se enfrentó a la coalición de las «Potencias Centrales»,
integrada por los imperios Austrohúngaro, Alemán y, acompañados por Bulgaria.
Alianzas militares europeas en 1914
El imperio austro-húngaro exigió, con el apoyo del imperio alemán, investigar el crimen en territorio
serbio, ya que consideraba que la organización paneslavista “Mano negra” tenía conexión con los
servicios secretos de ese país. El imperio austro-húngaro dio un ultimátum el 7 de julio a Serbia, la
que con apoyo ruso no aceptó todas las condiciones impuestas, en particular la participación de
policías austríacos en investigaciones en territorio serbio. Ante dicha negativa, el 28 de julio de 1914,
Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia. Acto seguido el 29 de julio Rusia ordenó la movilización
general.
En función de las alianzas militares, el 1 de agosto, Alemania le declaró la guerra a Rusia, al considerar
la movilización como un acto de guerra contra Austria-Hungría. Ante esto, y en virtud, de la alianza
militar franco-rusa de 1894 Francia le declaró la guerra a Alemania el mismo día. Los historiadores
sostienen, además, que hubo otras causas, como las alianzas entre países (Triple Entente y Triple
Alianza), que un conflicto local podía tomar dimensiones internacionales. Además entre 1890 y 1914
los países incrementaron progresivamente el presupuesto militar en una carrera armamentística,
este período es conocido como la “Paz armada”.
La paz armada
A finales del siglo XIX, Inglaterra dominaba el mundo tecnológico, financiero, económico y sobre todo
político. Alemania y Estados Unidos le disputaban el predominio industrial y comercial. Durante la
segunda mitad del siglo XIX y los inicios del siglo XX se produjo el reparto de África (a excepción de
Liberia y Etiopía) y Asia Meridional, así como el gradual aumento de la presencia europea en China.
Inglaterra y Francia, las dos principales potencias coloniales, se enfrentaron en 1898 y 1899 en el
denominado incidente de Faschoda, en Sudán, pero el rápido ascenso del imperio alemán hizo que los
dos países se unieran a través de la entente cordiale.
Detonante del conflicto
El evento detonante del conflicto fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria y su
esposa, Sofía Chotek, en Sarajevo el 28 de junio de 1914 a manos del joven estudiante nacionalista
serbio Gavrilo Princip, miembro del grupo serbio "Joven Bosnia", ligado al grupo nacionalista “Mano
negra”, que apoyaba la unificación de Bosnia con Serbia. Francisco Fernando era el heredero de la
corona austro-húngara después de la muerte de su primo, Rodolfo de Habsburgo (en 1889) y de su
padre Carlos Luis de Austria (en 1896). Su asesinato precipitó la declaración de guerra de Austria contra
Serbia que desencadenó la Primera Guerra Mundial.
Guerra de movimientos
La estrategia de guerra alemana funcionó contra Rusia. Los ejércitos rusos eran enormes (8 millones de
hombres en 1914). Pero la verdad era nefasta: el ejército zarista estaba compuesto principalmente por
campesinos sin ninguna formación militar, mal armados y equipados; en suma, no estaba preparado
para enfrentarse a los disciplinados germanos. El mando ruso era también mediocre. Los dos ejércitos
se enfrentaron en la Batalla de Tannenberg (Prusia Oriental) del 26 al 30 de agosto de 1914, y después
en la batalla de los lagos Masurianos del 6 al 15 de septiembre de 1914. Los rusos sufrieron flagrantes
derrotas en los dos casos y fueron obligados a replegarse. Allí nació la leyenda del dúo formado por
Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff, los comandantes germanos en esta exitosa campaña
defensiva.
Otros frentes
Si bien los principales esfuerzos de las potencias beligerantes se concentraron en los frentes occidental
y oriental, la guerra se libro con mayor o menor intensidad en distintas partes del globo. A lo largo de
ésta, se combatió en los balcanes, en los Dardanelos, en el medio oriente, en el Cáucaso, en los Alpes
italianos, en África, en el extremo oriente, en las islas del pacífico y en los distintos mares del mundo.
Frente balcánico
Siendo el lugar donde comenzó la conflagración mundial, en el frente de los balcanes, se libraron una
serie de campañas militares entre las potencias centrales Austria-Hungría, Alemania y Bulgaria, por un
lado y los aliados Serbia, Montenegro, Rusia, Francia, Gran Bretaña y más tarde Rumanía y Grecia. En
este teatro de operaciones la guerra comenzó con la invasión austro-húngara a Serbia en 1914, que
acabó con la conquista de Serbia y Montenegro a fines de 1915. Las fuerzas serbias fueron atacadas
desde el norte y el este y se vieron obligadas a retirarse del país, sin embargo, el ejército serbio se
mantuvo operativo, aunque emplazado en Grecia.