Biología molecular La universalidad del ADN como material genético y de la maquinaria para
su replicación y expresión, demuestran que todas las formas de vida poseen un ancestro
común; y que al igual que las estructuras anatómicas, la estructura de las biomoléculas
reflejan modificaciones que son producto de la evolución.
Anatomía y embriología Otra evidencia de la evolución es la presencia en los
organismos de estructuras que comparten la misma forma básica; por ejemplo, los
huesos de los apéndices en humanos, perros, aves y ballenas comparten la misma
estructura general (Figure). Estas similitudes en los apéndices surgen desde su
origen, a partir de un ancestro común; con el paso del tiempo la evolución en
diferentes especies condujo a cambios en la forma y el tamaño de los huesos,
aunque se mantuvo el diseño general.
Los fósiles: Los fósiles muestran la sucesión de la evolución y son una evidencia clara de que
los organismos que vivieron en eras pasadas no son iguales a los que encontramos ahora.
Los paleontólogos se encargan de estudiar los fósiles, determinan su edad y los categorizan
para establecer cuales organismos estaban relacionados entre sí. El registro fósil nos cuenta
la historia de otras eras y la evolución de la forma con el paso de millones de años.
Biogeografía La distribución geográfica de los organismos sobre el planeta
sigue patrones que se explican por la conexión entre la evolución y el
movimiento de las placas tectónicas a lo largo del tiempo geológico. Los
grandes grupos que tienen una distribución mundial evolucionaron antes de
que el supercontinente Pangea se separara, hace aproximadamente 200
millones de años.