Acalculia: clasificación, etiología y
tratamiento clínico.
El término ‘acalculia’ fue propuesto inicialmente por Henschen en 1925, quien lo definió como el
trastorno adquirido de la habilidad de cálculo secundario a una lesión cerebral. También suele
recibir el nombre de ‘discalculia adquirida’, término preferido por algunos autores puesto que la
habilidad para el cálculo no suele perderse de forma completa.
La acalculia es un síntoma frecuente, descrito generalmente como parte de otros síndromes clínicos
más complejos. A pesar de ello, los estudios específicos son bastante limitados.
Las diferencias entre ambos sexos, sin embargo, no son iguales en todos los tests, ya que las
mujeres puntúan más alto en pruebas de razonamiento matemático, lo cual podría reflejar el uso de
estrategias verbales para resolver este tipo de problemas. Los varones puntúan significativamente
mejor en problemas de geometría, estadística y probabilidad, en posible relación con una estrategia
visuoespacial utilizada. Todo esto pone de manifiesto la dificultad para estructurar el estudio de la
capacidad matemática.
BASES NEUROPSICOLÓGICAS DEL CÁLCULO
La capacidad de cálculo debería considerarse más como un conjunto de habilidades que como una
habilidad única.
[ Dada la compleja red de conexiones neuronales que participan en el cálculo, es posible que
cualquier lesión cerebral repercuta en esta capacidad. De la misma forma, alteraciones en esta
habilidad podrían ser un signo precoz de alarma de deterioros cognitivos.
Todas estas funciones cognitivas, según McCloskey [6], se agruparían en: – Sistema de
procesamiento numérico: encargado de la comprensión y producción de los números, tanto en la
forma oral como escrita. – Sistema de cálculo: encargado de la comprensión y el recuerdo del
simbolismo y los principios matemáticos, así como de la ejecución de los procesos numéricos.
CLASIFICACIÓN.
Berger, en 1926 [8], la clasificó en acalculias primarias y secundarias. Las primeras eran las
que solamente manifestaban alteración en el cálculo, y las segundas eran las que se manifestaban
secundariamente a otra alteración neurológica, como afasias, agrafias.
Otra clasificación importante es la realizada por Hécaen en 1961 [9], quien las clasifica en tres tipos:
– Alexia y agrafia para los números: alteraciones de la escritura y lectura de los números, que puede
acompañarse o no de alexia y agrafia para las letras. – Acalculia espacial: implica un trastorno en la
organización espacial, en el que las reglas de colocación de los dígitos en su orden y en el espacio
están alteradas. Se puede acompañar de otras alteraciones espaciales y son frecuentes las
inversiones numéricas. – Anaritmetia: se corresponde con la acalculia primaria de Berger. Implica
una alteración primaria de la habilidad para el cálculo. No supone un defecto aislado en los
conceptos numéricos y operaciones matemáticas, pero excluye la alexia y la agrafia para los
números y la alteración espacial.
Ardila et al en 1991 [1], quienes también distinguen entre primarias y secundarias, aunque
dividen estas últimas según la alteración neurológica subyacente: acalculia por afasia
(subclasificando entre la afasia motora, sensitiva y de conducción), acalculia por alexia, acalculia
agráfica, acalculia frontal (por alteración en la función ejecutiva) y acalculia espacial.
LOCALIZACIÓN DE LAS LESIONES.
Dada la amplia red de conexiones implicadas en la producción del cálculo, parece lógico pensar que
tanto alteraciones generales del sistema nervioso como gran variedad de lesiones focales podrían
dar lugar al fenómeno de la acalculia.
Alteraciones generales del sistema nervioso
La acalculia parece ser un síntoma muy frecuente en las demencias, y se ha descrito en todas las
variantes.
Se han descrito cuadros de degeneración local del lóbulo parietal izquierdo, que dan lugar a lo que
se denomina ‘acalculia primariamente progresiva’, independientemente del sustrato patológico que
se encuentre debajo. En esta patología predomina la afectación del cálculo, aunque también pueden
verse afectadas otras funciones y se ha visto que algunos casos pueden progresar y culminar en una
enfermedad de Alzheimer, lo cual pone de relieve la importancia del estudio de esta habilidad en las
primeras etapas de las demencias. En los casos descritos de acalculia primariamente progresiva,
predomina más la afectación de la multiplicación que de la adición
Alteraciones locales del sistema nervioso Clásicamente, las alteraciones del cálculo se han asociado
a lesiones parietales izquierdas, aunque se han descrito múltiples localizaciones implicadas:
Localizaciones hemisféricas Tanto lesiones en el hemisferio derecho como en el izquierdo pueden
producir acalculia, pero sin embargo se ha visto que las segundas la producen con mayor frecuencia
y resultan más marcadas. El síndrome de Gerstmann está ocasionado por una lesión en la
circunvolución angular. Se suele acompañar de agnosia digital, confusión derecha-izquierda,
acalculia e incapacidad de escribir. Este síndrome sólo se produce por lesiones en el hemisferio
izquierdo o el dominante, y parece clara la importante participación de dicho hemisferio en las
capacidades del lenguaje y del cálculo.
La acalculia por lesiones en el hemisferio derecho parece estar relacionada con defectos
visuoespaciales que interfieren en el manejo espacial de los números y en los aspectos mecánicos de
las operaciones matemáticas.
Dentro de la habilidad para el cálculo, es importante discernir entre el cálculo exacto y las
habilidades de aproximación, así como la cantidad numérica con la que se trabaja.
Localizaciones talámicas El tálamo es una estructura ampliamente interconectada con la corteza
cerebral [29] a la que cada vez se le otorgan más funciones. Una lesión talámica puede producir muy
diversas alteraciones entre las que puede encontrarse la acalculia.
La pérdida de la capacidad de cálculo se ha descrito en lesiones talámicas, tanto del lado derecho,
como del izquierdo, aunque principalmente de este último. La causa más frecuente son los infartos
lacunares. Entre ellos merecen destacarse los producidos por la oclusión de la arteria tuberotalámica
izquierda que produce una lesión de los núcleos ventral lateral y dorsomediano con respecto de
otros, y que suele asociarse a agnosia digital y confusión izquierda-derecha, recordando al síndrome
de Gerstmann [30-32]. Esta similitud de sintomatología hace suponer una conexión talamocortical
entre estos núcleos talámicos y la circunvolución angular.
Otras localizaciones La pérdida de la capacidad de cálculo se ha descrito asociada a numerosas
lesiones, tanto de la sustancia blanca como de la gris.
TRATAMIENTO DE LAS DISTINTAS
OPERACIONES MATEMÁTICAS.
La adición y la sustracción están relacionadas con la capacidad para manipular cantidades
(tareas de cálculo), que parece quedar representada en la parte inferior del lóbulo parietal
(demostrado con resonancia magnética funcional). La multiplicación y división parecen relacionarse
con el recuerdo de secuencias verbales y con el lenguaje [37]. El manejo de los números en forma
verbal y no verbal parece estar estructurado de forma diferente. Se han descrito pacientes con
mayor afectación de la forma verbal, lo cual podría tener más relación con alteraciones del lenguaje
que del cálculo. De la misma forma, también se han comunicado casos de dificultad para la
realización de determinadas operaciones matemáticas en la forma escrita aunque no en la verbal.
TRATAMIENTO DE LOS PACIENTES CON ACALCULIA.
se debería realizar una exploración neuropsicológica global de las demás funciones
cerebrales, puesto que es de gran importancia descartar la presencia de demencias, cuadros
confusionales, afasia, alexia, agrafia... todo ello encaminado a desenmascarar una acalculia
secundaria.
Una vez descartada la presencia de causas secundarias de acalculia, deberían estudiarse
las capacidades numéricas y de cálculo, siempre teniendo en cuenta las características
socioculturales del paciente. Dentro de las habilidades para el cálculo deben tenerse en cuenta
diversos apartados: cuantificación, cambio de la forma oral a la escrita y viceversa, signos
aritméticos, comparación de magnitudes, cálculo mental, cálculo aproximado, lectura y escritura de
números, cálculo escrito, memorización de números, conocimiento general de cantidades numéricas.
Para efectuar estos estudios se han propuesto varias baterías de pruebas. De entre ellas
destaca el WAIS-III que es probablemente la más usada, aunque presenta limitaciones, como
centrarse mucho en la solución de problemas aritméticos mentales y su difícil aplicación a pacientes
con defectos del lenguaje o la memoria. Existen otros muchos tests para el estudio de las habilidades
del cálculo, de entre los que destacan el EC301 o el propuesto por Ardila et al en 2002 . Por
último, se ha estudiado la recuperación de la acalculia por lesiones izquierdas y se ha observado que
ésta es mayor en los primeros meses, la ausencia de relación con la afectación inicial y la existencia
de una correlación con la recuperación de la comprensión auditiva-