Eduardo Punset entrevista a Stephen Rose, prestigioso neurobiólogo y director del Brain and
Behaviour research Group at the Open University of UK.”
El cerebro está condicionado para la supervivencia del humano y suele engañarnos con fantasías en
la realidad o en los sueños para hacerlo. Puede completar información incompleta que nuestro
sub-consciente puede recordar como si fuera real y lo hubiéramos vivido. Con ello nos deja una idea
consistente así no sea verdadera. A veces el cerebro crea ideas en vivencias con información
incompleta para hacerla más coherente, a veces relacionamos la imaginación con cosas
sobrenaturales. También, el cerebro, puede ocultarnos información que nos pueda perjudicar solo
por el bien de nosotros.
El reconocer una fotografía es más fácil que identificar la situación ya que la memoria del humano
no funciona como un computador. Olvida cosas. El hipocampo es una parte interior. Si esta parte del
cerebro se daña, se pierde la capacidad de recordar. En la enfermedad de Alzheimer, las células que
se encuentran en el hipocampo son las primeras en morir, lo cual hace que los pacientes no puedan
adquirir nuevos recuerdos.
Aunque la perdida de la memoria es normal en las personas. Cuando recuerdas que eras niño, en
realidad reconstruyes los recuerdos y lo que olvidas lo imaginas para que no queden vacios en tu
recuerdo, al hacerlo varias veces esos recuerdos cambian más y más y pensarás que todo pasó como
los recuerdas.
Otro campo es el famoso ‘’Deja vu’’ donde crees que lo que estás viviendo, ya lo habías vivido o
soñado y se asocia con un fallo en la percepción y no en la memoria que en milésimas procesas y lo
analizas como si ya lo hubieras vivido o visto antes. Esto pasa también por que el cerebro trabaja tan
rápido que cuando no adquiere la información de algo, se la inventa.
Pasa también en un lugar con música a alto volumen mientras se conversa con alguien. El cerebro
llena las palabras que no escucha mientras la música suena y la asocia con las que va escuchando en
las pausas musicales muy breves. Así podemos mantener una conversación en una discoteca o
taberna con el sonido alto de la música.
También cuando las personas sanas están demasiado cansadas o con mucho estrés, cuando las
entradas sensoriales son muy deficientes el cerebro puede generar alucinaciones. Esto pasa por que
el cerebro no está diseñado para comprender el mundo sino para sobrevivir en él.
La imaginación del hombre es tan fuerte que la alucinación más fuerte es el mismo ‘’Yo’’ o
conciencia. Una actividad cerebral que aunque desaparezca en momentos siempre necesita de
oxigeno y nutrientes, sospechando que es un proceso más de la actividad cerebral.
Sabiendo esto, olvidar también es un proceso bueno para la mente. El saturar la mente con
información que no nos sirve no dejaría espacio ni tiempo para recordar las cosas que si nos
importan. Cosas como que comemos o los trayectos mientras caminamos en nuestros hogares todos
los días son informaciones triviales que se olvidan por no ser útiles.
Los trabajos también afectan las formas de almacenar memoria, la memoria selectiva. En un taxista,
la memoria espacial es más desarrollada que en una persona que no ha trabajado nunca en eso. Ya
que el taxista debe almacenar mucha información sobre lugares, calles, atajos y vías de la ciudad.
Esto se verificó por medio de estudios en el hipocampo de muchos taxistas y personas que no lo son
ni lo fueron y viendo los cambios que hay donde se encuentra la memoria espacial en esta aérea del
cerebro.
En los animales funciona igual. Se estudiaron urracas que guardan semillas y ramas lejos de sus
nidos y regresan con facilidad al lugar donde las guardan.
Todos los cerebros cambian mediante van recibiendo información y nuevos recuerdos. Por ejemplo,
nuestros cerebros están cambiando a diario por nuestros estudios. Las lecturas nos traen nuevos
recuerdos que modifican el cerebro casi sin que nos demos cuenta. L información se guarda en el
cerebro en la sinapsis que son las conexiones entre las células nerviosas que son conectadas y
trasmiten la información por medio de impulsos eléctricos.
Por último los impulsos para los recuerdos se alejan del hipocampo que está situado en la parte
interna de cerebro y se almacenan en el córtex y quedan todos los recuerdos plasmados por mucho
tiempo. Por eso si se daña el hipocampo podemos recordar pero no crear nuevos recuerdos.