El desarrollo embriológico de la laringe
se lleva a cabo a partir del ectodermo,
que constituirá la mucosa de
recubrimiento de este órgano, y
también del mesénquima, que va a
constituir el esqueleto cartilaginoso de
la misma.
De los seis arcos branquiales, la laringe se constituirá:
1. A partir del segundo arco se formarán la porción
craneal del hioides. 2. A partir del tercer arco se
formarán la porción caudal del cuerpo y los cuernos
mayores del hioides. 3. A partir del cuarto y quinto
arco se desarrollará el músculo cricotirohioideo y el
cartílago tiroides. 4. A partir del sexto arco se
formará casi la totalidad de la supraglotis, los
aritenoides (origen embriológico controvertido), el
cricoides y la musculatura laríngea.
Estructura
La laringe se divide en tres regiones:
Supraglotis o vestíbulo laríngeo. Formada
por epiglotis, valéculas, repliegues
aritenoepiglóticos, bandas ventriculares o
cuerdas vocales falsas y ventrículos de
Morgagni.
Glotis. Espacio libre entre las cuerdas
vocales verdaderas. La comisura anterior es
donde convergen ambas cuerdas vocales,
constituído por el ligamento
interaritenoideo y la cara medial de los
aritenoides. Las cuerdas vocales poseen
unos dos tercios anteriores fibrosos con el
ligamento vocal, y un tercio posterior
cartilaginoso formado por la apófisis vocal
del aritenoides. La cuerda vocal no está
adherida al ligamento vocal y deja un
espacio virtual llamado espacio de Reinke.
Subglotis. Desde la cara inferior
de la cuerda vocal al borde del
cricoides, llegando a la tráquea.
Situación
Se sitúa en la línea media de la región cervical anterior, se
relaciona con diversos órganos, como la hipofaringe y, a través
de ella, con los músculos prevertebrales y los cuerpos
vertebrales; por debajo, se continúa de modo natural con la
tráquea; cranealmente, se relaciona con el hueso hioides y la
base de la lengua; y anterolateralmente, se relaciona con el
cuerpo de la glándula tiroides, los músculos infrahioideos, el
músculo cutáneo y la piel.
En el adulto, la laringe se sitúa a la
altura de la quinta vértebra cervical,
alcanzando en sus niveles inferiores la
séptima vértebra cervical. Varía en
función de las variantes fonatorias y
deglutorias.
Esqueleto
Lo constituyen los cartílagos tiroides, cricoides y
epiglótico, y dos cartílagos aritenoides. Está unida al
hueso hioides por la membrana tiroidea, y a la tráquea
por la membrana cricotraqueal. Entre cricoides y
tiroides está la membrana cricotiroidea (donde se
realiza la coniotomía, traqueotomía de emergencia).
Vascularización
Arteria carótida externa y subclavia.
Supraglotis y epiglotis están vascularizadas
por ramas de la arteria tiroidea superior y
la subglotis por ramas de la arteria tiroidea
inferior. Las venas reciben los mismos
nombres y discurren paralelas a ellas.
Inervación
Está inervada por el X par craneal.
Función motora: músculos
intrínsecos inervados por el
nervio laríngeo inferior o
recurrente (arteria subclavia),
excepto el cricotiroideo (nervio
laríngeo superior).
Función sensitiva: La rama
interna del nervio laríngeo
superior recoge la sensibilidad de
supraglotis y glotis; el inferior, de
la subglotis.
FISIOLOGÍA
En la laringe se llevan a cabo funciones de
respiración, protección (deglución) y fonación. La
deglución y la respiración son dos actos que no se
pueden realizar simultáneamente.
Función protectora
La protección de la vía respiratoria es la función
principal de la laringe. Es un esfínter que evita la
entrada de agua en la vía aérea. Es, además, una
válvula de resistencia variable que regula la
entrada de flujo aéreo. Esta función es tan
importante que obedece a mecanismos reflejos,
como los siguientes:
1. Cierre glótico brusco: la estimulación
mecánica o química de la laringe produce el
cierre brusco de la laringe, con el
consiguiente cese de la respiración. La
estimulación laríngea intensa puede conducir
a un laringoespasmo o a broncoconstricción
prolongada.
2. El reflejo tusígeno es un reflejo protector
importante en el que está implicada la laringe y los
receptores pulmonares; desempeña un papel
importante en la permeabilidad del árbol
traqueobronquial y en el del resto de la vía aérea. *La
tos también puede ser un acto voluntario. Durante el
sueño, este reflejo está disminuido por hiperactividad
vagal, y por ello el estímulo que desencadena la tos
durante el sueño debe ser mucho mayor.
La tos tiene dos fases; la inspiratoria y la compresiva:
Durante la fase inspiratoria de la
tos, la laringe se abre bruscamente
para permitir una inhalación rápida
y profunda.
La fase compresiva, que se produce a
continuación, implica un cierre de la glotis y una
activación de los músculos espiratorios para
generar una hiperpresión toracicotraqueal que
resultará en una expulsión violenta del aire
cuando la glotis se abra y permita su paso.
Mecanismo de deglución
La laringe ejerce una función
neuromuscular (defensiva)
compleja. Respecto a la función
laríngea en la deglución, cabe
señalar que realmente
corresponde a un fenómeno de
autoexclusión y no interviene
activando el tránsito
faringoesofágico.
Tiene gran interés indicar que existe una
coordinación entre el centro de la deglución
y el de la respiración; así, durante la fase
faríngea de la deglución cesa la respiración
una fracción de segundo antes.
La reanudación de la respiración con la
consiguiente reapertura de la vía aérea se
produce cuando el bolo alimenticio ha entrado
en el esófago. Por último, tiene lugar la fase
esofágica de la deglución; esta fase comienza
cuando el bolo pasa a través del esfínter
esofágico superior.
Función respiratoria
La laringe se comporta como un
órgano sensorial que proporciona
información sobre la función de la vía
aérea y sobre la pureza del aire
inhalado, poniendo en funcionamiento
varios reflejos que le son propios.
El control del flujo aéreo se lleva a cabo por
la laringe en cuanto que es capaz de
modificar la resistencia al paso del flujo
aéreo. Los cambios de la resistencia aérea se
producen como respuesta de la laringe a
distintos estímulos respiratorios, como una
presión aérea negativa o cambios
significativos en las concentraciones de
gases en sangre.
La obstrucción parcial de la vía
respiratoria durante el tiempo de
la inspiración genera una presión
negativa en la vía aérea. El músculo
cricoaritenoideo posterior dilata la
vía aérea y se opone a los efectos
indirectos del diafragma, el cual, al
aumentar la presión negativa,
favorece el colapso de la luz. La
abducción de la glotis se mantiene
en la respiración jadeante y, de
esta forma, se asegura un flujo
aéreo máximo.
La laringe constituye la puerta de entrada a las
vías aéreas inferiores. Alcanza el ventrículo
laríngeo y llega a la glotis. El aire respiratorio
circula sobre todo por la parte posterior, en la
glotis respiratoria, en oposición a la glotis
anterior, que recibe el nombre de glotis vocal.