Un maestro que atiende a los alumnos en
un ambiente de equidad, inclusión,
interculturalidad, convivencia armónica,
seguro y saludable.
Fomenta la sana convivencia, la seguridad y salud
en el aula y en la escuela, en un marco de respeto
a los derechos humanos y a los derechos de las
niñas, los niños y los adolescentes.
Manifiesta compromiso para asegurar que todos los alumnos tengan
igualdad de oportunidades de aprendizaje, con independencia de su
género, origen étnico o condiciones sociales y culturales.
Utiliza las expresiones culturales
y lingüísticas de los pueblos
originarios de las que provienen
sus alumnos con un sentido
pedagógico.
Apoya y acompaña a los alumnos según sus necesidades
especificas, en particular de aquellos que se encuentran en
situación de vulnerabilidad o enfrentan barreras para su
aprendizaje y participación.