Las fuentes de información se pueden clasificar en:
Fuentes terciarias
Se trata de aquellas que recopilan y comentan las fuentes primarias y/o secundarias, siendo así
una lectura mixta de testimonios e interpretaciones, por ejemplo. Atendiendo al caso del accidente,
una fuente terciaria al respecto sería el archivo policial completo, en el que figuran fotos,
testimonios, informes policiales elaborados a partir de estos últimos, etc.
Fuentes primarias
Las fuentes primarias son aquellas más cercanas posible al evento que se investiga, es decir, con la
menor cantidad posible de intermediaciones. Por ejemplo, si se investiga un accidente
automovilístico, las fuentes primarias serían los testigos directos, que observaron la acción ocurrir.
En cambio, si se investiga un evento histórico, la recopilación de testimonios directos sería una
fuente primaria posible.
Fuentes secundarias
Las fuentes secundarias, en cambio, se basan en las primarias y les dan algún tipo de tratamiento, ya
sea sintético, analítico, interpretativo o evaluativo, para proponer a su vez nuevas formas de
información. Por ejemplo, si se investiga un evento histórico, las fuentes secundarias serían aquellos
libros escritos al respecto tiempo después de ocurrido lo ocurrido, basándose en fuentes primarias o
directas. Si lo que se investiga, como en el ejemplo anterior, es un accidente, entonces
un resumen de los testimonios de los testigos, escritos por la policía, constituye una fuente
secundaria.
Fuentes confiables
La confiabilidad de una fuente de información proviene de su manejo responsable de las misma