La extensión óptima de un manuscrito es la
estrictamente necesaria para comunicar de manera
eficaz las ideas principales del escrito.
FLUIDEZ EN LA EXPRESIÓN
Se debe cuidar no caer en la ambigüedad, elegir
sinónimos para no repetir las palabras en un
mismo párrafo, el empleo moderado de pronombres, etc.
CONTINUIDAD EN LA PRESENTACIÓN DE
LAS IDEAS
Los lectores entenderán mejor si se procura que
haya ilación en las palabras, conceptos y desarrollo
temático desde la oración introductoria hasta la
conclusión.
PRECISIÓN Y CLARIDAD
Asegurar de que cada palabra signifique exactamente lo que se quiere decir en el
escrito, evitando expresiones coloquiales, el uso de la jerga, pronombres mal
empleados, antropomorfismos, etc.