1:La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús
Cumplidos los días de su purificación, según la
Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para
presentarlo al Señor, como está escrito en la
Ley del Señor: Todo varón primogénito será
consagrado al Señor y para ofrecer en
sacrificio un par de tórtolas o dos pichones,
según lo ordenado en la ley del Señor.
2:La huida a Egipto con Jesús y José
Después de haberse marchado, un ángel del Señor se
apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al
niño y a su madre, y huye a Egipto; quédate allí hasta
que te avise, porque Herodes va a buscar al niño para
acabar con él”. Él se levantó, tomó al niño y a su
madre, de noche y se fue a Egipto. Allí estuvo hasta la
muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que
anunció el Señor por el profeta al decir: “De Egipto
llamé a mi hijo” (Mt 2, 13-15).
3:La pérdida de Jesús
Sus padres iban todos los años a
Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Y
cuando tuvo doce años, subieron a la
fiesta como era su costumbre.
Pasados aquellos días, al regresar, el
niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin
que sus padres lo advirtieran.
Pensando que iba en la caravana,
anduvieron una jornada buscándolo
entre sus parientes y conocidos;
pero, al no encontrarlo, regresaron a
Jerusalén en su busca. Al cabo de
tres días lo encontraron en el
Templo, sentado en medio de los
doctores, escuchándoles y
haciéndoles preguntas.
4:El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario
Apenas se ha levantado Jesús de su primera caída, cuando
encuentra a su Madre Santísima, junto al camino por donde El
pasa. Con inmenso amor mira María a Jesús, y Jesús mira a su
Madre; sus ojos se encuentran, y cada corazón vierte en el
otro su propio dolor. El alma de María queda anegada en
amargura, en la amargura de Jesucristo.
5:La crucifixión y la agonía de Jesús
Estaban de pie junto a la Cruz de Jesús su madre y la hermana de
su madre, María de Cleofás, y María Magdalena. Viendo Jesús a su
madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dijo a su Madre:
“Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí tienes a
tu madre”
6:La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto
Al atardecer, como era la parasceve, esto es, la víspera del
sábado, vino José de Arimatea, miembro ilustre del Sanedrín,
que esperaba también el reino de Dios; y con valentía se llegó
hasta Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se sorprendió de
que ya hubiera muerto y, llamando al centurión, le preguntó si
ya había muerto.
7:El entierro de Jesús y la soledad de María
Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de
Jesús, aunque en secreto por temos a los judíos, pidió a Pilato
permiso para retirar el Cuerpo de Jesús. Pilato lo concedió.
Fue, pues, y retiró el cuerpo de Jesús. Llegó también
Nicodemo –el que antes había ido a él de noche- trayendo
una mezcla de mirra y áloe, como de unas cien libras.