Estructura imaginativo-pasional de la naturaleza humana y economía en David Hume
Descripción
Mapa Mental sobre Estructura imaginativo-pasional de la naturaleza humana y economía en David Hume, creado por Ailin Stefany JIMENEZ ARCIA el 22/10/2021.
Estructura imaginativo-pasional de la
naturaleza humana y economía en
David Hume
Imaginación, pasiones y conocimiento
La filosofía humeana ha sido estudiada e interpretada de
muy diversas maneras a lo largo de la historia
No obstante
los grandes problemas de la filosofía de Hume, no ha existido acuerdo acerca de
cuestiones tales como la naturaleza de la imaginación, sus funciones,
relaciones con otros principios antropológicos, y, en última instancia, sus
alcances y límites dentro de la gnoseología y la filosofía moral del escocés.
En la mayoría de los estudios críticos puede observarse una
tendencia a limitar el corpus de análisis sobre el problema de
la imaginación al Libro I del Tratado de la Naturaleza Humana y
la Investigación sobre el Entendimiento Humano
De acuerdo a la ciencia que se trate, el hombre puede o no ser su objeto de estudio, pero siempre será el
sujeto que conoce, de manera que no se podrá establecer la frontera de sus posibilidades gnoseológicas
hasta tanto no se haya estudiado a sí mismo.
Si bien el tratamiento exhaustivo de la imaginación en Hume excede los
límites del presente trabajo, conviene hacer la siguiente aclaración en orden
a explicitar las líneas generales del abordaje propuesto.
Imaginación y conocimiento
Una vez establecida su conocida distinción de grado
entre percepciones, y la clasificación relativa entre
impresiones e ideas
Hume caracteriza las ideas
producidas por la memoria y la
imaginación.
Pero existe otra diferencia fundamental entre estas dos clases de ideas.
Mientras que las ideas-copia de la memoria respetan el orden y la forma de las
impresiones originales, aquellas de la imaginación no presentan esta
restricción.
Esta diferenciación permite manifestar un principio de la ciencia de la naturaleza humana: “la libertad
de la imaginación para trastocar y alterar el orden de sus ideas”
Pero las ideas simples no sólo pueden ser separadas por la imaginación
sino también “unidas de nuevo en la forma que a ésta le plazca”
Esta “fuerza suave” por la que se produce la asociación de ideas
se debe a tres cualidades o “relaciones naturales”: semejanza,
contigüidad en tiempo y espacio, y causalidad (Hume 1992, 55).
Mediante estas relaciones, dice, la mente “es llevada” de una
idea a otra, o ante la aparición de una idea “introducen de modo
natural la otra”.
Dada la imposibilidad de la mente humana para representar la totalidad de las ideas individuales (en
cantidad y cualidad) que son reunidas bajo una idea general, la imaginación, mediante los principios
asociativos y la costumbre, conecta una cantidad limitada, pero a la vez útil o necesaria de ideas
simples para lograr ciertos fines.
Imaginación y pasiones
Como se sugirió, para Hume toda percepción, impresión (de los sentidos) o idea
(imagen de la imaginación), al aparecer en el ser humano produce una afección
correlativa, un movimiento que incluso llega a describir recurriendo a la
terminología fisiológica de los “espíritus animales”
Al analizar el orgullo y la humildad, y encontrar que existe gran
cantidad de causas que excitan dichas pasiones, Hume se vale del
principio de parsimonia para reducir las causas según su
denominador común.
Pero para hacer esto, afirma
“necesitaremos reflexionar sobre ciertas propiedades de la naturaleza humana que,
a pesar de tener una poderosa influencia sobre cada operación del entendimiento y
las pasiones, no son comúnmente puestas de relieve por los filósofos”
De lo anterior puede concluirse con Hume que imaginación y pasiones se
relacionan de múltiples maneras mediante las relaciones naturales, de
modo tal que la imaginación puede producir pasiones o modificar su
gradación.
Las influencias bi-direccionales entre imaginación y pasiones
los mismos principios explicativos están en la
base tanto del conocimiento como de la acción
6 Tendencias que son reforzadas por la
costumbre. G. Carrión - Estructura
imaginativo-pasional de la naturaleza humana
y economía en David Hume 12 humana
Riquezas, simpatía y relaciones sociales
Hume sostiene que la propiedad es la relación más proclive a producir la pasión del
orgullo y puede ser considerada como una especie de causalidad
Asimismo señala que la relación de propiedad lleva
inevitablemente a la idea del propietario
como
“una relación de ideas, unida a otra de impresiones, produce en todo momento
una transición de afecciones”
De esta manera, afirma Hume: “las riquezas tienen que ser consideradas como
una especie de poder de adquisición de las cosas que se deseen, y sólo de esta
forma ejercen influencia sobre las pasiones”
No obstante, el escocés no queda conforme con esta explicación y pone como
caso en disputa el del avaro.
Una persona que durante cuarenta años ha poseído riquezas pero no las
ha utilizado siente, sin embargo, placer por ellas. Pero aunque en este
caso la probabilidad del ejercicio sea muy baja, el avaro se imagina que
en cualquier momento podría utilizar sus riquezas ya que no se le
presenta ningún obstáculo para ello.
Hume se ocupa del efecto de la riqueza y el poder en las relaciones sociales. En principio
afirma que “[n]ada tiende más fuertemente a proporcionarnos aprecio por una persona
que su poder y riqueza, o al contrario, desprecio, que su pobreza y miseria”
Es decir que la conexión establecida por la imaginación entre la persona poseedora de
los objetos y los objetos mismos, en cuanto generadoras de placer y amor,
intensifican el vínculo simpatético entre el rico y el observador.
Sin embargo, lo anterior no implica que la búsqueda del interés personal no ejerza influencia en la
sociedad, ni tampoco que la simpatía, tomada como principio benevolente, prime a todo nivel en las
relaciones humanas
Hacia una ciencia de la economía
Partiendo de este marco interpretativo conviene dirigirse a los Ensayos
para tratar de caracterizar ciertas ideas humeanas acerca de la teoría y
práctica económicas11 .
Las pasiones poseen, en principio, dos características
elementales en la antropología humeana:
por un lado, dada su universalidad, permiten dar cuenta de la uniformidad entre individuos.
Por otro lado, se relacionan directamente con la causalidad en la acción humana
Sin embargo, una ciencia sobre el comercio, basada en los efectos de pasiones
relativamente universales, podría llegar a un grado considerable de certeza,
comparado con otros tipos de indagaciones sobre la acción humana
A partir de lo anterior, cabe señalar la relevancia que en este esquema
gnoseológico tendrá el razonamiento por analogía en la construcción de
una ciencia de la economía, y particularmente el vinculado con la
naturaleza física. D
En ‘De la Balanza Comercial’, argumentando contra la suspicacia hacia
el comercio exterior presente en los autores mercantilistas, Hume
expone una teoría del equilibrio respecto de la cantidad de dinero en
proporción a “las artes e industrias”
Al finalizar su argumentación Hume insiste en el paralelismo
entre el mundo físico y el moral afirmando: “No necesitamos
recurrir a una atracción física para explicar que esto funciona
así por necesidad.
Estas reflexiones antropológicas y gnoseológicas acerca de la construcción de una
ciencia de la economía, deben complementarse con otras de carácter
epistemológicas.
Para el logro de sus objetivos, será clave que los gobernantes entiendan
los principios pasionales de la acción humana y sus efectos a nivel
general. Pero como el fin último de la política no es sólo la comprensión
de la acción humana, sino el “bien público”, los gobernantes deben ser
conscientes de sus restricciones para influir sobre las pasiones y en los
efectos de las acciones individuales.
En efecto, si bien podría plantearse en abstracto el caso de una nación formada por
individuos totalmente guiados por el interés público, a la manera de un campamento
castrense, de modo tal que las artes y el comercio pudieran desterrarse como adornos
innecesarios;
Estos son los elementos fundamentales mediante los que Hume argumenta en favor de la coincidencia
de fines entre “la grandeza del soberano y felicidad del Estado”
el Tratado Hume destaca los efectos de las riquezas en las
relaciones sociales mediante la simpatía
Imaginación, pasiones y economía
Libertad, necesidad y conocimiento científico
En la exposición del primero, el tema se inserta al comienzo del tratamiento de las
pasiones directas, como el deseo y la aversión, la tristeza y la alegría, la esperanza y el
miedo, en tanto que pasiones fundamentales para dar cuenta de la acción humana.
Hume comienza objetando la tradicional distinción entre los
binomios mundo físico/necesidad, por una parte, y acciones
humanas/libertad, por otra.
El argumento consta de dos pasos:
por un lado se debe probar que las acciones humanas poseen una unión constante
con sus respectivos motivos, carácter y circunstancias;
por otro, que dicha unión constante conduce a la realización de inferencias
causales de la misma manera que ocurre con las acciones del mundo físico
Es posible argumentar en favor de la necesidad en las acciones humanas
puesto que existe una uniformidad constatable empíricamente en las
tendencias fundamentales del ser humano, más allá de la multiplicidad de
formas en que dichas tendencias se manifiestan.
Hume responde, siguiendo sus propios lineamientos
metodológicos10, que al razonar sobre estas acciones
se debe proceder de la misma manera que con los
objetos externos
Este pasaje no sólo resulta interesante porque se introduce explícitamente a
la imaginación en la conjunción de ideas.
Lo anterior reafirma el papel central de la imaginación en la
realización de las inferencias causales tanto en el mundo físico como
en el moral. Por tanto puede decirse que para dar cuenta del ámbito
de influencia de la capacidad imaginativa en relación con la acción
humana, debe considerarse su faceta práctica, en sus vínculos con el
núcleo pasional de la naturaleza humana;
Simpatía, imaginación y acción humana
La noción de simpatía es particularmente relevante
para entender el modo en que la imaginación,
mediante su vínculo con las pasiones, permite a
Hume explicar las relaciones intersubjetivas en
general, y económicas en particular.
En este proceso de transferencia emocional, se reconoce una vez más el
paralelo entre el funcionamiento del sistema gnoseológico y del sistema
pasional (Hume 1992, 443-444), de modo tal que la imaginación volverá
a ejercer un papel fundamental.
Es posible esquematizar la explicación humeana de la génesis de
la simpatía de la siguiente manera:
1. La impresión que las personas tienen de sí mismas, gracias a la
propia conciencia, está siempre presente, es decir, posee un alto
grado de fuerza y vivacidad
2. De acuerdo con el principio mencionado, todo objeto relacionado
con la impresión presente del yo recibe un grado de fuerza y vivacidad
similar.
3. Las relaciones entre la impresión presente del yo y los objetos
relacionados consisten en los principios asociativos de semejanza,
contigüidad y causalidad
4. Entre los seres humanos existe una gran semejanza, por lo cual de
toda pasión en los demás es posible encontrar un paralelo en uno
mismo.
5. Tal semejanza hace que participemos de los sentimientos de los
demás