30 de septiembre de 1985, un grupo de militantes del grupo guerrillero del M-19 asaltó un camión
repartidor de leche en bolsa, en el barrio San Martin de Loba
Nota:
30 de septiembre de 1985, un grupo de militantes del grupo guerrillero del M-19
al lugar llegó una patrulla de la policía en ella se
transportaban dos agentes y un suboficial.
Libardo Ussa Carreño,
sargento viceprimero
Luis Tiberio Villanueva,
José Perilla Dasa
inicio un operativo de persecución que se extendió
por algunos barrios del sur oriente de la capital
-BOCHICA
-DIANA TURBAY
-vía que conduce
a USME
participaron miembros de la SIJIN y de las
estaciones de policía primera, segunda,
tercera y sexta de Bogotá.laq
Hacia las 9:30 AM, los cadáveres de tres muchachas y ocho muchachos se encontraba en cinco puntos diferentes del
sur oriente de Bogotá. El estado de indefensión en el que se produjeron sus muertes fue el común denominador.
También fueron capturados cinco jóvenes, tres de ellos heridos.
Arturo Ribon y Yolanda Yuzman fueron las primera victimas, sus muertes se
produjeron en plena vía pública ante la mirada de los vecinos
Arturo se encontraba boca abajo en la esquina de la calle, con ocho impáctos de
arma de fuego y tres de esos impáctos mostraban tatuajes de pólvora, indicando
que estos disparos fueron hechos a menos de un metro de distancia.
el cuerpo sin vida de Yolanda, también se encontraba boca abajo, con 10 impactos de arma de
fuego, de los cuales tres de ellos fueron hechos a menos de un metro de distancia,
Isabel Cristina Muñoz Duarte,
El cuerpo presentaba siete orificios de bala. Extrañamente el revólver Smith
Wesson 38 largo que ella arrojo al piso antes de ser abatida, apareció sobre sus cabellos largos al
lado izquierdo de su cabeza. ELLA SE HABÍA ENTREGADO.
Martín Quintero Santana y Luis Antonio Herrera
fueron masacrados, cuando se hallaban en el piso desarmados un
policía de civil del F-2 se acerca a ellos y con una ametralladora en
ráfaga empieza a dispararles y a golpearlos para asegurarse de
sumuerte
Jesús Fernando Fajardo, José Alberto Aguirre y Francisca Irene Rodríguez,
fueron emboscados por agentes del F-2, cuando iban en una buseta
junto con mas personas, las cuales también resultaron gravemente
heridas y asesinadas,
El Tiempo y El Espectador,
El martes 1 de octubre de 1985 pregonaban “el más certero golpe que haya sido asestado contra la
subversión en la capital de la república”; decían que “los cuerpo de los maleantes quedaron a lo largo
de cinco cuadras”, daban la lista de “ los pandilleros dados de baja”, referían los “nutridos tiroteos” y
enfrentamientos del grupo subversivo con la policía, y en ellos enmarcaban las “dadas de baja” de
once (11) muchachos. La realidad era otra. Las declaraciones de los testigos y los cadáveres
acribillados, con tatuajes de pólvora que indicaban disparos hechos a menos de un metro de
distancia, eran contrarios a los pregones de la gran prensa.