La contaminación lumínica es el brillo o resplandor de luz en el cielo
nocturno producido por la reflexión y difusión de luz artificial en los
gases y en las partículas del aire por el uso de luminarias inadecuadas
o por excesos de iluminación.
La contaminación lumínica se define técnicamente como la dispersión por la
atmósfera de los excedentes de luz que se producen principalmente en las
grandes áreas urbanas, normalmente debido a una mala gestión de los sistemas
de alumbrado.
Las observaciones astronómicas, se ven seriamente
afectadas por este tipo de contaminación.
¿Qué hay que hacer?
Hay que evitar la emisión directa de luz hacia el cielo
Apagar de alumbrados ornamentales y de grandes espacios
exteriores que resultan injustificables a partir de cierta hora
Contratar la tarifa más ventajosa con la compañía eléctrica, tener
un buen plan de mantenimiento de las instalaciones, o reducir la
potencia instalada, respetando los límites de seguridad, con lo
que se alarga la vida de las instalaciones