Estos hábitos, que resultan negativos para nuestro desarrollo personal o crecimiento profesional, nos acompañan, en ocasiones, por muchos años. Son parte de nuestro día a día.
Sabemos que nos hacen mal, sabemos que nos perjudican y aun así, los sostenemos en el
una alimentación balanceada, de preparación casera, con
insumos lo más naturales posibles
9- Compartir tiempo de calidad con familiares o amigos:
Nota:
somos seres sociales. Dejar todo lo que
estamos haciendo para compartir una charla con amigos, una tarde de juegos con nuestros hijos o
una cena extensa con nuestra pareja ayudan a regular el impacto del estrés acumulado en el día.
2- Sueño reparador:
Nota:
dormir entre 7 y 9 hs según recomienda la OMS
3- Realizar actividad física:
Nota:
tener actividad física moderada 150 minutos a la semana
8- Gestionar efectivamente tus tiempos:
Nota:
usualmente, se habla de la gestión del tiempo para la
productividad. Esto es una invitación para empezar a implementarlo para todo lo que determina
nuestra calidad de vida y bienestar
10- Redireccionar tu mindset:
Nota:
pensar que en algún momento tendremos una vida con 0 estrés es una
utopía. Si lo único constante es estar en procesos de cambios, tener algún grado de estrés será
natural y esperable.
7- Regular expectativas:
Nota:
reconocer que todo tiene oportunidad de mejora, que el error es parte del
proceso y aprender a establecer metas realistas es clave para transitar mejor, períodos que pueden
provocar frustración
6- Aumentar tu inteligencia emocional:
Nota:
a través de diferentes técnicas, se puede entrenar el
autoconocimiento y mejorar la autorregulación
5- Contacto con la naturaleza:
Nota:
estar al sol, en un bosque, cerca del mar o un río y
disfrutar de ese espacio, aumenta la sensación de tranquilidad y paz mental
4- Tener prácticas meditativas:
Nota:
realizar prácticas de Tai Chi, meditación o Mindfulness regularmente