Se denomina emprendedora a aquella persona que identifica una oportunidad y organiza los
recursos necesarios para cogerla. De hecho, en la etimología de la palabra se encuentra la voz latina
prendĕre que significa literalmente coger o tomar. Es habitual emplear este término para designar a
una «persona que crea una empresa» o que encuentra una oportunidad de negocio, o a alguien
quien empieza un proyecto por su propia iniciativa.
Desempeño. No sólo hay que trabajar y ya, sino trabajar y muy duro para conseguir todos los
retos que te propusiste antes de empezar tu proyecto. Si has conseguido obtener buenos resultados
y tu empresa sale adelante nunca bajes los brazos. Es el primer mandamiento de todo buen
emprendedor.
Innovar cada día. No nos podemos quedar anclados en la idea inicial, sino innovar en cada
momento. Innovar en los distintos aspectos: procesos, ideas para el negocio, mejoras, etc.
Pensar en mejorar cada producto/servicio y hacerlo realidad. No podemos permitirnos perder días,
meses o hasta años, sin realizar cambios o mejoras en el producto o en el servicio. Aunque es bien
conocida la frase: “si algo funciona, no lo toques”, cualquier área de negocio tiene su ciclo de vida,
que tras el éxito, siempre acaba por terminar.
Trabaja con ganas, ilusión y motivación. No tienes que olvidar nunca qué te llevo a emprender,
conseguir tus sueños. Si has tenido tanta “fortuna, suerte o has estado en el lugar o momento
idóneo” es porque te lo mereces, pero esa esencia y carácter nunca te puede fallar. Por tanto, actitud
positiva y no decaer. Si hubiera algún mal momento “está permitido caerse, pero es obligatorio
levantarse”.
Debe gustarte lo que haces. Con este principio ganas siempre, ya que es una situación en la que no
sólo trabajas para “ganarte la vida”, también disfrutas haciendo lo que haces. Aunque haya
momentos duros, hay que aprovechar la ocasión y estar contento con tu trabajo y satisfecho cuando
sabes que además de gustarte lo haces bien.
Sé original en el contenido y en la forma. No sólo debes ser creativo a la hora de crear el negocio,
sino también en cómo gestionarlo y publicitarlo. Siempre es mejor que tenga un buen diseño, que
guste y llame la atención para garantizar la aprobación del público.
Estar al día del área de tu negocio: informado y alerta, el famoso awareness. Es decir, estar atento
de las tendencias, crisis y posibles oportunidades que pueden surgir en el día a día con las noticias
del entorno. Es recomendable ver al menos dos o tres veces por semana las noticias de la manera
que más te guste, ya sean medios oficiales offline y online (prensa, radio, tv), como las redes sociales,
que son como un barómetro de lo que pasa en el día a día: Facebook, Twitter, LinkedIn, G+…
Sé un buen líder y buen comunicador. Es un requisito básico si te encargas de coordinar o ser el jefe
de uno o varios departamentos. ¿El líder y comunicólogo nacen o se hacen? Siempre es la misma
pregunta: tienen que tener aptitudes y actitudes e ir mejorando con la experiencia. Si no eres buen
líder, o “no tienes madera de líder” y no se te da bien comunicar, puedes formarte y seguro que
mejorarás con el tiempo.
No sigas todos los consejos de las personas que te rodean. A la hora de emprender, si es la primera
vez que lo haces, si te rodeas en un entorno de gente con experiencia (o a veces incluso sin ella),
seguro que te dan varios consejos sobre cómo hacer esto o lo otro: Lo que hay que saber es que
pocas personas tienen éxito absoluto y que el éxito total es efímero y no se consigue nunca al 100%,
por ser tan similar a la felicidad.
Plan De Negocios
es un documento que identifica, describe y analiza una
oportunidad de negocio, examina la viabilidad técnica,
económica y financiera de la misma, y desarrolla todos los
procedimientos y estrategias necesarias para convertir la
citada oportunidad de negocio en un proyecto empresarial
concreto.
Internamente, su realización
permite que los promotores
reflexionen acerca de su idea
inicial, le den forma y la
estructuren con coherencia,
evaluando todas las posibilidades.
El estudio exhaustivo del proyecto
permite saber la viabilidad del
mismo desde una perspectiva
técnica, económica y jurídica lo que
permite ajustar el proyecto para
reducir al máximo los riesgos.
Externamente, el Plan de
Negocios es una carta de
presentación de nuestro proyecto,
útil a diversos niveles: obtener
financiación, optar a posibles
subvenciones, convencer a un
posible socio para que participe,
captar los primeros clientes, etc.