Se podría decir que
hay apps para hacer
casi cualquier cosa.
Puede que una app no sea la respuesta
Hay que considerar que una aplicación no necesariamente es la
respuesta a cada circunstancia. Involucrar permanentemente la
tecnología a veces fuerza la forma de resolver una situación,
añadiendo agentes innecesarios en medio del proceso.
Valor para diferenciarse
1. TENER UN OBJETIVO
El objetivo es el motor de una app, lo que
conduce todo. Prácticamente cualquier cosa que
se incluya en una aplicación tiene que, en cierta
medida, responder a él. Está directamente
ligado a las necesidades del usuario y a la
forma como la aplicación ayuda a resolverlas.
2. PENSAR EN EL USUARIO
La información que se obtiene al conocer al
usuario permite tomar decisiones de diseño
que ayuden a crear aplicaciones intuitivas y,
por consiguiente, más fáciles de usar.
3. DETERMINAR EL CONTEXTO
El contexto de uso es el lugar donde se usará la aplicación: ubica al
usuario en un espacio físico determinado que afecta y condiciona la
forma que tiene de interactuar con la pantalla. El contexto también
tiene en cuenta factores como el ambiente general del lugar, las
personas allí presentes y las acciones puntuales que en él se realizan.
El nacimiento de la idea
Para un diseñador, una idea es una
propuesta hacia los usuarios con base en su
interpretación de cómo podrían resolver sus
necesidades. Las ideas no tienen que ser
necesariamente originales o únicas, pero sí
tienen que ser mejores que las demás.
QUÉ HACER SI YA EXISTE ALGO PARECIDO
Simplemente, se pueden analizar y valorar las
alternativas existentes para entender cómo
pueden ser mejoradas, complementadas u
ofrecer algo que agregue valor a sus
propuestas. En este caso, el camino para hacer
la diferencia puede ser especializarse en alguna
funcionalidad, trabajar en la simplicidad o en
otros aspectos que, en definitiva, mejoren la
experiencia de uso y la utilidad real de la app.
CÓMO SABER SI LA IDEA FUNCIONARÁ
La forma de hacer esto es sondear con algunos
usuarios que puedan dar su visión del concepto
planteado. Otra forma más directa es comentar la idea
con amigos o personas del entorno, para capturar
rápidamente sus primeras impresiones.