España es un país desarrollado a nivel político,
económico y social.
Los países desarrollados proporcionan a sus
habitantes unos servicios que les permiten tener un
mejor nivel de vida.
Esto hace que aumente la esperanza de
vida, es decir, los años que se espera que
viva una persona.
Sin embargo, las familias de los
países desarrollados tienen menos
hijos que las de otros lugares del
mundo.
Debido a la mayor natalidad y el
aumento de la esperanza de vida, la
población española envejece poco a
poco.
Este envejecimiento de la población
hace que haya menos gente que trabaje
y aporte dinero, pero más gente que
necesite ayuda económica y cuidados
sanitarios.