Para poder ayudar a nuestros hijos a navegar por Internet de
manera segura, es mejor que aprendamos o mejoremos nuestros
conocimientos de Internet. No hay que pretender ser un experto,
basta con navegar un poco. Incluso, si saben más que nosotros
podemos pedirles que nos enseñen a manejarlo.
Hablar abiertamente con los menores y
adolescentes sobre el uso de Internet
Es necesario mantener una buena comunicación con nuestros hijos e
intentar que nos informen siempre que vean algo que no les guste o les
haga sentir incómodos. Nuestra mejor estrategia es trabajar con ellos,
de manera que pueda aprender de lo que ha pasado, adquirir unos
hábitos de seguridad, y saber cómo protegerse por sí mismos
Navegar juntos
Otro buen método de prevención contra los posibles riesgos
de Internet, especialmente con los más pequeños, puede ser
acostumbrarnos a navegar juntos con los niños y hacer de
Internet una actividad lúdica y familiar. Al mismo tiempo,
nosotros podemos enseñarles a navegar de forma segura y
facilitarles los recursos para que sepan utilizar Internet
responsablemente.
Informarse sobre los
instrumentos de control
Existen varios programas informáticos que permiten a los
adultos controlar el uso que los menores hacen de Internet.
Los instrumentos más habituales son los filtros, que limitan
el acceso a contenidos nocivos. En el mercado existen varias
soluciones de filtro de contenidos configurables y efectivos. No
obstante, también hay soluciones gratuitas, como la siguiente:
“K9 Web Protection”
Establecer reglas básicas
de seguridad en el hogar
Debemos decidir con los niños y adolescentes
unas reglas de seguridad para el uso de Internet.
Estas normas sirven sencillamente para que los
más jóvenes se lo puedan pasar bien y estén
seguros mientras navegan. Podemos acordar con
los menores los lugares Web para visitar, el
horario y tiempo de conexión más apropiado, etc
Colocar el ordenador a la
vista de todos
Mejor si colocamos el ordenador de casa en una sala
común, a la vista de todo el mundo, en lugar de en la
habitación de los niños. Esto nos ayudará a supervisar la
navegación y poder dar un vistazo más a menudo a lo que
hacen en Internet.
Buscar lugares Web seguros
Específicamente para los más pequeños, sería necesario buscar
lugares Web seguros, dirigidos a ellos, del mismo modo que
buscamos libros, programas de TV o películas que les son
apropiados.
Investiga
Por defecto, los navegadores mantienen un registro de las
páginas que se han visitado, si quieres ver en que sitios Web
ha estado tu hijo, incluyendo las salas de Chat, los blogs, etc.,
puedes visualizar el archivo historial pulsando en el icono de la
barra de herramientas del navegador.
CIBERBULLING O CIBERACOSO
Es una conducta hostil que puede ser practicada hacia los
niños. La víctima de este tipo de acosos, es sometida a
amenazas y humillaciones de parte de sus pares en la web,
cuyas intenciones son atormentar a la persona y llevarla a
un quiebre emocional. Hoy en día tanto los menores como los
adultos podrían usar internet para acosar o intimidar a
otras personas
CONTENIDO INADECUADO
Si sobre todo los niños navegan en internet sin
una debida supervisión podrían encontrar
imágenes o información a la que no deberían
estar expuestos.
INVASIÓN DE LA PRIVACIDAD –
ROBO DE INFORMACIÓN
Toda la información que viaja por la web, sin las medidas de
precaución necesarias, corre el riesgo de ser interceptada por
un tercero. De igual modo, existen también ataques con esta
finalidad. La información buscada, normalmente apunta a los
datos personales. Un paso en falso ante este tipo de incidentes,
puede exponer al menor de edad a la pérdida de dinero familiar
o al robo de identidad.
GROOMING
Se trata de la persuasión de un adulto hacia un niño, con la
finalidad de obtener una conexión emocional y generar un
ambiente de confianza para que el niño realice actividades
sexuales. Muchas veces los adultos se hacen pasar por niños de
su edad e intentan entablar una relación para, luego, buscar
realizar encuentros personales.
SEXTING
Proviene del acrónimo formado entre Sex y Texting.
Inicialmente, y como lo indica su nombre, se trataba
del envío de mensajes con contenidos eróticos.
Posteriormente, dado el avance tecnológico, esta
modalidad evolucionó hacia el intercambio de imágenes
y videos convirtiéndose en una práctica habitual entre
adolescentes y niños.