La formación humana se relaciona con el desarrollo de actitudes y valores
que impactan en el crecimiento personal y social del individuo. De esta
manera, un sujeto formado desde la dimensión humana, actúa con
esquemas valórales, coherentes, propositivos y propios. Es un ser que
reconoce su papel en la sociedad, en la institución para la que trabaja y en
la familia; que quiere su cuerpo, sus espacios concretos de acción y
comprende la diversidad cultural en la que está inmerso; es en
consecuencia un sujeto en crecimiento.