Los efectos del alcohol dependen de la cantidad consumida, pero existen otras circunstancias que
los pueden acelerar o agravar.
• El peso y el sexo.
En general la mujer pesa menos y el tamaño de sus órganos internos es proporcionalmente más
pequeño. Por lo tanto, menores cantidades de alcohol pueden producir daños en el cuerpo de forma
más rápida.
• La edad.
Los jóvenes son más sensibles a los efectos del alcohol en actividades que tienen que ver con la
planificación, la memoria y aprendizaje, y son más “resistentes” que los adultos a los efectos
sedantes y a la descoordinación motora.
• La combinación con bebidas carbónicas como la tónica, las colas, etc. acelera la intoxicación.
• La cantidad y rapidez de la ingesta.
A mayor cantidad de alcohol bebido y a menor tiempo, es mayor la posibilidad de intoxicación.
• La comida.
Si se come a la vez que se bebe, sobre todo alimentos grasos, se enlentece la intoxicación, pero no
se evita ni se reducen los daños al cuerpo.