El fémur está incurvado en el ángulo de inclinación, lo que crea una palanca relativamente
transversa formada por el fémur proximal.
Ello permite la colocación superior de los abductores del muslo y aporta ventajas mecánicas a los
rotadores mediales y laterales más profundos del muslo, de importancia crítica para la locomoción
bípeda
A pesar de su designación, los abductores/rotadores mediales (los músculos glúteos superflciales)
son más activos durante la fase de apoyo, cuando elevan y avanzan simultáneamente el lado
opuesto de la pelvis carente de apoyo durante la deambulación.
Los rotadores laterales (músculos glúteos profundos) del lado sin apoyo rotan el miembro libre
durante la fase de oscilación, de modo que el pie permanece paralelo a la línea de avance.
Región femoral posterior.
Aunque sólo poseen aproximadamente dos tercios de la potencia del glúteo mayor, los músculos
isquiotibiales son los principales extensores de la cadera que se utilizan durante la deambulación
normal.
Los músculos isquiotibiales actúan sobre dos articulaciones y su contracción concéntrica produce
extensión de la cadera o fiexión de la rodilla.
Sin embargo, al andar, los músculos isquiotibiales son más activos al contraerse excéntricamente
para desacelerar la fiexión de la cadera y la extensión de la rodilla en la fase flnal de la oscilación.
Los músculos isquiotibiales también rotan la rodilla fiexionada.
Si aumenta la resistencia a la extensión de la cadera o se requiere una extensión más enérgica, entra
en acción el glúteo mayor.
Estructuras vasculonerviosas de las regiones glútea y posterior del muslo.
Al cubrir la principal vía (foramen isquiático mayor) por la que salen de la pelvis ósea los derivados
del plexo sacro, la región glútea contiene un número desproporcionado de nervios de todos los
tamaños, tanto motores como sensitivos.
Afortuadamente, la mayoría de estos nervios se halla en el cuadrante inferomedial; por lo tanto, las
inyecciones intramusculares administradas apropiadamente evitan estas estructuras.
Como el nervio isquiático incluye flbras de los nervios espinales L4-S3, resulta afectado en los
síndromes más habituales de compresión nerviosa
Aunque ocurren fuera del miembro inferior propiamente dicho, estos síndromes dan lugar a ciática
(dolor que irradia hacia abajo a lo largo del miembro inferior, siguiendo el curso del nervio isquiático
y sus ramos terminales). ¡El dolor experimentado en el miembro inferior no necesariamente se
origina en él!.
Las arterias y venas de la región glútea y la parte proximal del compartimento posterior del muslo
son ramas y tributarias de la arteria y la vena ilíacas internas que entran en la región a través del
foramen isquiático mayor.
Todos los vasos, excepto los glúteos superiores, salen del foramen isquiático mayor inferiormente al
músculo piriforme.
Aunque los vasos pudendos siguen la misma vía, sólo atraviesan brevemente la región glútea en su
camino hacia y desde el periné a través del foramen isquiático menor.
El compartimento posterior del muslo no posee una arteria principal que lo cruce y esté encargada
de su irrigación, sino que ésta corre a cargo de ramas de varias arterias de otros compartimentos.
FOSA POPLÍTEA Y PIERNA
Fosa poplítea.
. La fosa poplítea es un compartimento de la cara posterior de la rodilla relleno de tejido adiposo y
relativamente confinado, por el cual pasan todas las estructuras vasculonerviosas que se dirigen
desde el muslo hacia la pierna.
El nervio isquiático se bifurca en el vértice de la fosa, y el nervio fibular común discurre lateralmente
a lo largo del tendón del bíceps femoral. Ël nervio tibial, la vena poplítea y la arteria poplítea—en
este orden, desde la cara superficial (posterior) hasta la profunda (anterior)—dividen la fosa en dos
mitades.
Las ramas para la rodilla de la arteria poplítea forman una red arterial articular de la rodilla que
rodea la articulación y proporciona circulación colateral para mantener el flujo de sangre en todas
las posiciones de la rodilla.
Compartimento anterior de la pierna.
El compartimento anterior está confinado por huesos y membranas (estructuras por lo general
rígidas), y por ello es propenso a los síndromes compartimentales.
Contiene músculos flexores dorsales del tobillo y extensores del dedo gordo que actúan en la
marcha cuando: 1) se contraen concéntricamente para elevar el antepié y separarlo del suelo
durante la fase de oscilación del ciclo de la marcha, y 2) se contraen excéntricamente para bajar el
antepié hacia el suelo tras el golpe de talón de la fase de apoyo. Ël nervio fibular profundo y la
arteria tibial anterior discurren por dentro del compartimento anterior y le proporcionan inervación
e irrigación, respectivamente.
Las lesiones de los nervios fibulares común o profundo provocan un pie caído.
Compartimento lateral de la pierna.
El pequeño compartimento lateral contiene los principales eversores del pie y el nervio fibular
superficial que los inerva.
Por dentro de este compartimento no pasa ninguna arteria, y por ello su irrigación (y su drenaje
venoso) depende de ramas perforantes de las arterias tibial anterior y fibular (y de sus venas
satélite) que atraviesan el tabique intermuscular.
La eversión se utiliza para sostener/deprimir la parte medial del pie durante las fases de despegue
de los dedos y de apoyo, y para resistir inversiones inadvertidas (y, en consecuencia, para evitar
lesiones).
Compartimento posterior de la pierna.
El tabique intermuscular subdivide al compartimento posterior o flexor en un subcompartimento
superficial y uno profundo. Ën el subcompartimento superficial, los músculos gastrocnemio y sóleo
(tríceps sural) comparten un tendón común (el tendón calcáneo, que es el más resistente del
organismo). Ël tríceps sural proporciona la potencia de flexión plantar que propulsa el cuerpo
durante la marcha, y desempeña un papel fundamental en la carrera y en el salto a través del
despegue.
Los músculos profundos del compartimento posterior aumentan la acción flexora plantar porque
flexionan los dedos y sostienen los arcos longitudinales del pie. Ël contenido del compartimento
posterior está inervado por el nervio tibial e irrigado por dos arterias: la arteria tibial posterior
(medial) y la arteria fibular.
Estas tres estructuras (el nervio tibial y las dos arterias) discurren en el interior del confinado
subcompartimento profundo, y por ello las situaciones en que aumenta el volumen de este último
pueden tener consecuencias graves para todo el compartimento posterior y el lateral distal, y el pie.