Es la mente capaz de seleccionar y rescatar
información útil de fuentes dispares,
presentada en formatos diferentes, y
reunirla en un conjunto que tenga sentido y
utilidad, tanto para el que lo hace como para
los demás.
Por ejemplo, de un directivo de un
empresa, que debe reunir datos
procedentes de estudios de
mercado, teorías económicas, libros
de contabilidad, personal disponible,
etc.
En formato de texto, imágenes, gráficas, lenguaje matemático,
palabras habladas, etc. y utilizarlos para proponer una estrategia
comercial para su empresa.
Aunque la educación debe partir de las aptitudes básicas y las
disciplinas tradicionales, no puede acabar ahí.
Aunque la educación debe partir de las
aptitudes básicas y las disciplinas
tradicionales, no puede acabar ahí.
Cuando nos encontremos ante una cantidad excesiva de información
deberemos ser capaces de resumirla con precisión, sintetizarla de una forma
productiva y hacer que nos sea útil.
Este objetivo supone un pensamiento de carácter
interdisciplinario, una forma de pensamiento poco
comprendida pero cada vez más importante.
A pesar de todo, el ser
humano intenta sintetizar y
en muchas ocasiones lo hace
con éxito.
Podemos diferenciar los siguientes tipos de síntesis:
narraciones, taxonomías, metáforas evocadoras, teorías,
metanarraciones. Estas síntesis están ordenadas por su
nivel de complejidad.
Narraciones: el
sintetizador reúne
distintos materiales en
una narración
coherente.
Taxonomías: los
materiales se ordenan
en función de unas
características
destacadas.
Conceptos complejos: un
concepto nuevo puede
relacionar o combinar
una gama de
fenómenos.
Metáforas
evocadoras: el
empleo de
metáforas permite
aclarar conceptos.
Teorías: se pueden
combinar conceptos en
una teoría.
Metanarraciones: es
posible proponer un
marco general para el
conocimiento, así como
una teoría de teorías.