La necesidad de innovar ha generado una gran de
manda por la educación en emprendimiento, es
decir, el inicio de una actividad que exige esfuerzo o
trabajo, o tiene cierta importancia o envergadura,
pero estos esfuerzo se han oriento mas a estudiar el
emprendedor desde sus acciones y experiencias
prácticas y no se han explorado las dimensiones
sociales de este fenómeno.
La palabra emprendedor deriva del vocablo
latino prenderé que significa “acometer” e
“intentar” y fue utilizada en principio para
referirse a aquellos pioneros que decidían
correr riesgos o lanzarse a una aventura.
Posteriormente, el término fue enriquecido por los
economistas hasta llegar a identificarlo con la
innovación constante; en la actualidad, es quién evalúa
el riesgo y los beneficios y responde positivamente al
cambio con nuevas ideas y formas de hacer las cosas
EMPRENDIMIENTO COMO
CAMPO DE CONOCIMIENTO
RECIENTE Y EMERGENTE
- Reconoce la fragmentación acumulada por
aproximaciones monodisciplinarias como un
problema del emprendimiento -Llama la atención
sobre la necesidad de consolidar el marco conceptual
de este fenómeno, con concepciones más amplias y
transformaciones multidisciplinarias
"Se trata de una amplia etiqueta bajo la que se
encuadra una miscelánea de investigaciones”
(Shane y Venkataraman, citado en Ramos y
Navarro 2006)
Precisamente para fortalecer la comprensión del
emprendimiento desde la perspectiva humana, se
propone un acercamiento a la dimensión humana
del sujeto que emprende, y enriquecer su
enseñanza desde la formación de la voluntad.
NECESIDAD DE HACER UNA
RUPTURA CON LA
PERSPECTIVA ECONOMICA
” En efecto, la ideología dominante hacer creer que la búsqueda de
crecimiento y de máximo de ganancias es algo posible, deseable y
eminentemente beneficioso para todos. A tal punto que, para la basta
mayoría de los públicos, lanzar una empresa o un negocio no se concibe sin
la voluntad de siempre crecer. Por otra parte esta clase de actitud está
sólidamente apuntalada por la idea de competencia: si no se refuerza para
ser lo más fuerte posible, se terminará por -dejarse comer- por los
competidores que, a su vez, no dejarán de crecer”
, para reforzar lo señalado anteriormente, el emprendimiento ha
heredado también la visión normativa de la administración,
desde la cual, la mayoría de las entidades emprendedoras
colocan su énfasis en recetas, llamadas en este caso “planes de
negocios” estructurados en diferentes estudios y en el uso de
una serie de procedimientos organizacionales, que impactan las
nuevas propuestas de un alto índice de funcionalidad.
EL SUJETO PORTADOR DE LA
VOLUNTAD PARA EMPRENDER
El sujeto ha estado en insatisfacción, toda vez que no encuentra medida en el mundo,
se da a la tarea de construir su realidad, y es desde allí que emerge el concepto de
cultura. en el caso del emprendimiento se apoya en dimensiones como, la autonomía y
la libertad para formular sus propias ideas y pensamientos. “la mayor independencia y
autonomía de las personas que crean su propio empleo, es el trabajo satisfactorio y
responsable”.
RESPONSABILIDAD SOCIAL, ACTO
HUMANO POR EXCELENCIA
la responsabilidad de todo ser humano, esta en función de sus valores humanos y desde
este panorama cualquier iniciativa de emprendimiento deberá estar fundamentada en el
respeto, equidad y tolerancia entre otros y en relación de interdependencia solidaria
cuando se trata de iniciativas colectivas. Por otro lado, la responsabilidad social de
cualquier emprendedor depende entre otras variables, de la intención o voluntad del sujeto
y el contexto en el que actúa, sólo así, se asegura su formulación como respuesta a las
necesidades humanas.
EL PROCESO HUMANO DE LA
INNOVACIÓN, RAZÓN DE SER DEL
EMPRENDIMIENO
Todo emprendedor tiene capacidad de innovar, y generar ideas diferentes que mejoren
su entorno y por ende su nivel de vida. La innovación ha ocupado un lugar destacado,
hasta lograr ser considerada una de las principales herramientas de diferenciación
competitiva en el mercado internacional. Esta es la razón, por la cual se reclama al
emprendedor su interés particular en la creación de riqueza, desconociendo que puede
mejorar su condición humana con acciones que fortalezcan la convivencia social, y la
calidad de vida.
POR UNA CULTURA DEL
RECONOCIMIENTO DE LO
HUMANO
Reconocer la cultura desde lo humano es aceptar que el
trabajo es una construcción social, desde este punto de vista
tiene sentido abordar los nuevos emprendimientos, como los
lugares donde se estructuran las relaciones sociales, y donde
se produce el conocimiento. Sin embargo, reconocer lo social es
a la vez reconocer lo individual. En el mismo sentido, uno de
los aspectos más preocupantes de nuestra cultura es la
pérdida del sentido humano y social de las acciones que se
reflejan en los actos del trabajo.
El emprendimiento debe considerarse motor de iniciativas, en especial
aquellas de tipo asociativo, que tienen un objetivo social, toda vez que las
organizaciones se conciben como urdimbres donde se entretejen relaciones
y redes de colaboración y se posibilita la realización de proyectos de vida.
LA EDUCACIÓN DISPOSITIVO
DEL PERFECCIONAMIENTO
HUMANO
¿Por qué formar o educar al emprendedor? El hombre se hace más
hombre, al poner la educación en común, en comunidad, socializarla, es
decir, vivirla como cultura. Por consiguiente, es formar al hombre
completo cuya participación se vuelve imprescindible a medida que las
dificultades se tornan más complejas. Un hombre interesado en
aprender a ser, a elaborar un conocimiento para la vida, un creador en
potencia, un ser comprometido con su especie.