conjunto de elementos abióticos (energía solar, suelo,
agua y aire) y bióticos (organismos vivos) que integran la
delgada capa de la Tierra llamada biosfera, sustento y
hogar de los seres vivos.
CONSTITUYENTES DEL MEDIO AMBIENTE
La atmósfera, que protege a la Tierra del exceso de
radiación ultravioleta y permite la existencia de vida
es una mezcla gaseosa de nitrógeno, oxígeno,
hidrógeno, dióxido de carbono, vapor de agua, otros
elementos y compuestos, y partículas de polvo.
Calentada por el Sol y la energía radiante de la
Tierra, la atmósfera circula en torno al planeta y
modifica las diferencias térmicas. Por lo que se
refiere al agua, un 97% se encuentra en los océanos,
un 2% es hielo y el 1% restante es el agua dulce de
los ríos, los lagos, las aguas subterráneas y la
humedad atmosférica y del suelo.
PROBLEMAS MEDIOAMBIENTALES.
Otras sustancias tóxicas
Las sustancias tóxicas son productos
químicos cuya fabricación, procesado,
distribución, uso y eliminación representan
un riesgo inasumible para la salud humana
y el medio ambiente. La mayoría de estas
sustancias tóxicas son productos químicos
sintéticos que penetran en el medio
ambiente y persisten en él durante largos
periodos de tiempo.
Dióxido de carbono
El dióxido de carbono atmosférico tiende a impedir
que la radiación de onda larga escape al espacio
exterior; dado que se produce más calor y puede
escapar menos, la temperatura global de la Tierra
aumenta.
Acidificación
Asociada también al uso de combustibles
fósiles, la acidificación se debe a la emisión
de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno
por las centrales térmicas y por los escapes
de los vehículos a motor.
Hidrocarburos clorados
El uso extensivo de pesticidas sintéticos derivados de los
hidrocarburos clorados en el control de plagas ha tenido
efectos colaterales desastrosos para el medio ambiente.
Estos pesticidas organoclorados son muy persistentes y
resistentes a la degradación biológica. Muy poco solubles
en agua, se adhieren a los tejidos de las plantas y se
acumulan en los suelos, el sustrato del fondo de las
corrientes de agua y los estanques, y la atmósfera. Una
vez volatilizados, los pesticidas se distribuyen por todo el
mundo, contaminando áreas silvestres a gran distancia de
las regiones agrícolas, e incluso en las zonas ártica y
antártica.
Destrucción del ozono
En las décadas de 1970 y 1980, los científicos empezaron a
descubrir que la actividad humana estaba teniendo un
impacto negativo sobre la capa de ozono, una región de la
atmósfera que protege al planeta de los dañinos rayos
ultravioleta. Si no existiera esa capa gaseosa, que se
encuentra a unos 40 km de altitud sobre el nivel del mar, la
vida sería imposible sobre nuestro planeta. Los estudios
mostraron que la capa de ozono estaba siendo afectada
por el uso creciente de clorofluorocarbonos (CFC,
compuestos de flúor), que se emplean en refrigeración,
aire acondicionado, disolventes de limpieza, materiales de
empaquetado y aerosoles.