El sacrificio (curso 2)

Nota:

• "hay Sacrificios que, si bien no son tan sutiles, no son, por ser materiales, menos fuertes" “Los enemigos del hombre son los de su casa”. Esta última frase hay que saberla interpretar, no es que la familia sea enemiga o mala, sino que el apego es nuestro enemigo, y las buenas intenciones a veces son agentes frustradores. Alguna vez leí en un libro sobre el amor, que los padres en su intención de amar como sinónimo de posesión, son los primeros que inconscientemente llevan a sus hijos al fracaso, porque el hijo que triunfa vuela alto, el que fracasa se queda en casa. 
• Menciona esta enseñanza algo que se habla también en el libro "El elogio de la lentitud" de Owe Wikstrom: El viaje del peregrino no es fácil, pues lo primero a lo que debe renunciar es al apego, no solo de las cosas materiales, sino a sus seres queridos.  Se menciona a Buda que deja a su esposa e hijos para ir en busca de la iluminación; a San Francisco de Asis y Mary Baker Eddy. Lo importante aquí es que muchas personas para poder lograr "la alianza del espíritu, tienen que luchar contra la alianza de la carne y es de estos grandes Sacrificios que sale el alma templada y el poder decir: "He vencido a la carne y me he revestido con un traje espiritual"."
• Cabe decir que esta enseñanza se me recomendó tras dos sucesos relacionados: Primero, mi sentimiento de apego por la familia, el deseo de no dejarlos solos, de regresar.  Segundo, que en medio de mi angustia, la vida me puso en mi camino a una mujer, Cristina, en una notaría de Temuco, quien me dice: "Está bien volver a Colombia a visitar a tu familia, pero el peor error que podrías cometer, sería volver por ellos." Además de esto me decía dos cosas importantes:  El secreto para ser feliz es cambiar, renovar, no echar raices en ninguna parte. Y el secreto del éxito es desarrollar la racionalidad, y las emociones... controlarlas (inteligencia emocional).  Esa fue mi enseñanza ese día, y con eso me quedo. 

1. Peregrinación= desapego y trascendencia