Es un síndrome especíco que se de ne como la manifestación de dolor
muscular originado por puntos gatillo miofasciales, que son nódulos
dolorosos, sensibles e hiperirritables que se localizan sobre bandas
musculares tensas, palpables en el músculo o en sus fascias
Fisiopatologia
Los puntos gatillo miofasciales se
dividen en activos y latentes.
Los puntos gatillo miofasciales latentes
no se manifiesta un dolor
espontáneo y se consideran una fase
preclínica de los puntos gatillo
miofasciales activos.
Los puntos gatillo miofasciales
también se dividen en primarios y
secundarios
Primarios: se forman por
lesiones musculares agudas,
como traumatismos y
desgarros o por lesiones
crónicas de sobreuso o
sobrecarga.
Secundarios se forman
por estímulos
nociceptivos originados
en estructuras lejanas y
se han asociado con
diversas afecciones,
como cefalea tensional,
migraña, esguince
cervical, radiculopatía
cervical,síndrome de
hombro doloroso,
lumbalgia aguda y
crónica,prostatitis
crónica, síndrome de
dolor crónico del suelo
pélvico16 y trastornos
temporomandibulare
La placa motora de los puntos
gatillo miofasciales activos tiene
un incremento anormal en la
liberación de acetilcolina en
reposo
El aumento de acetilcolina en la placa
motora provoca pequeñas ráfagas de
potenciales de acción, lo que genera
una despolarización constante de la
bra muscular con acortamiento
sostenido; esto se conoce como nudo
de contracción.
La entrada constante de Ca2+ y Na+
generada en el nudo de contracción
provoca daño en la bra muscular,
particularmente en la membrana
celular, lo que sobrecarga una fibra
muscular previamente lesionada y
se observa electromiográ camente
como ruido de placa.
El acortamiento crónico
de la fibra muscular
provoca hipoxia, isquemia
y agotamiento de las
fuentes de energía de la
bra muscular, lo que
genera un ciclo de
desgaste que provoca la
liberación de productos
nociceptivos que se
conoce como crisis
energética.
Las redes neuronales que de forma
crónica trasmiten estímulos
nociceptivos, convergen en el ganglio
de la raíz dorsal con redes neuronales
“sanas”.
Activan las redes neuronales sanas
e inician la formación de puntos
gatillo miofas- ciales en sus
músculos
Lesión estimula neuronas del asta
dorsal que liberan sustancia P y péptido
del gen relacionado con calcitonina
(PGRC). Estos neurotrasmisores
difunden a neuronas cercanas a las que
sensibilizan y hacen más e cientes en la
trasmisión de estímulos dolorosos.
Diagnostico
1) dolor espontáneo
localizado
2) alteraciones en la sensibilidad, como
hiperestesia o alodinia en zonas remotas al
punto gatillo miofascial
3) bandas musculares tensas palpables
4) dolor lancinante y localizado al
palpar la banda tensa
5) disminución en el
rango de movimiento
del segmento articular
en el que se involucra el
músculo
6) reproducción del dolor espontáneo
percibido por el paciente al presionar el
punto gatillo miofascial
7) respuesta de contracción con la
estimulación mecánica del punto
gatillo miofascial
8) disminución del dolor con el estiramiento
muscular o con la punción con aguja del
punto gatillo miofascial
Caracteristicas/MC
3 componentes
La banda palpable
generalmente no puede ser
vista al examen ocular; ésta
representa un espasmo
segmentario de una pequeña
porción del músculo. Se
utiliza una técnica especial para
palpar estas bandas fibrosas y
es la de mover los pulpejos de
los dedos deslizándolos a lo
largo del músculo
aprovechando la movilidad del
tejido celular subcutáneo que lo
rodea . Este
movimiento permite la
detección de cualquier cambio
en las estructuras subyacentes.
El punto gatillo es un
foco de irritabilidad en el
músculo cuando éste es
deformado por presión,
estiramiento o
contractura, lo cual
produce tanto un punto
de dolor local como un
patrón de dolor referido
y ocasionalmente
fenómenos autonómicos.
El dolor referido que
proviene de un punto gatillo,
pero que se siente a
distancia del origen del
mismo, generalmente lejos
del epicentro. La distribución
del dolor referido por un
punto gatillo pocas veces
coincide con la total
distribución de un nervio
periférico o una raíz, pero
con frecuencia pueden
simular la irradiación de un
dolor
Los puntos gatillo pueden
ser activados directamente
por sobrecargas musculares
agudas fatiga por sobreuso
,directamente por trauma o
enfermedades viscerales.
signos secundarios a disturbios de tipo
propioceptivo: pérdida de equilibrio, tinitus,
pérdida de coordinación motora.
Tratamiento
Terapia física manual: como la de
tensión-contratensión que consiste en localizar
los puntos gatillo miofasciales. Se coloca al
paciente de forma que disminuya el dolor
mientras se realiza una palpación no dolorosa del
punto gatillo miofascial y se mantiene esta
posición durante 90 segundos; al finalizar, el
paciente toma su posición original de forma lenta.
Otra tecnica es la compresión isquémica
consiste en la aplicación de presión con
ambos pulgares sobre el punto gatillo
miofascial, se inicia con una presión ligera
que va aumentando a tolerancia del
paciente durante un periodo de 15
segundos.
Electroterapia: es una técnica no
invasiva, económica y segura.La
contracción obtenida por estimulación
eléctrica intramuscular es una técnica
en la que se aplica corriente eléctrica
mediante un electrodo de aguja que
estimula la placa motora y desencadena
una respuesta local contráctil.
La iontoforesis es una técnica en la
que se utilizan corrientes eléctricas
para facilitar la administración
transcutánea de medicamentos.
Láser de baja intensidad Se utiliza
mucho para el tratamiento del dolor de
tejidos blandos, aunque su mecanismo
de acción no está de ni- do.
Antiinfamatorios no esteroides ibuprofeno y
alprazolam o diazepam fue más efectiva que el
placebo.Un ensayo clínico con distribución al
azar evaluó el efecto de diazepam en el
tratamiento de dolor orofacial crónico y
encontró una reducción signi cativa del dolor
cuando se asoció con ibuprofeno, sin mostrar
efecto signi cativo cuando se administró solo.
Parche tópico de lidocaína y
diclofenaco.
Tizanida
Clonazepam
Morán Dorantes Daniela Nikita
Moreno Villaseñor, Julio César. Sindrome del dolor miofascial.Rev Esp Méd Quir Volumen 18, Núm. 2,
abril-junio, 2013