La Revolución Industrial o Primera Revolución Industrial es el proceso de transformación económica,
social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino Unido
. Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y
sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico, que vio el paso desde una economía rural
basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano,
industrializada y mecanizada.
La Revolución Industrial marca un punto de inflexión en la historia, modificando e influenciando
todos los aspectos de la vida cotidiana de una u otra manera. La producción tanto agrícola como de
la naciente industria se multiplicó a la vez que disminuía el tiempo de producción. A partir de 1800 la
riqueza y la renta per cápita se multiplicó como no lo había hecho nunca en la historia, pues hasta
entonces el PIB per cápita se había mantenido prácticamente estancado durante siglos.
Las grandes potencias que lograron amerger durante este fenomeno fueron E.E.U.U. Alemania, Inglaterra y Rusia.
Otro de los principales desencadenantes de la Revolución nace de la necesidad. Aunque en algunos
lugares de Europa como Gran Bretaña ya existía una base industrial, las Guerras Napoleónicas
consolidaron la industria europea. Debido a la guerra, que se extendía por la mayor parte de Europa,
las importaciones de muchos productos y materias primas se suspendieron. Esto obligó a los
gobiernos a presionar a sus industrias y a la nación en general para producir más y mejor que antes,
desarrollándose industrias antes inexistentes.