Las 6W aplicadas a mi reto: atender a la
diversidad
¿Qué?
Atender a la diversidad de intereses, motivaciones, capacidades, inteligencias... de manera que
disminuya el índice de fracaso en mi clase y, sobre todo, un mejor y más gustoso aprendizaje
para todos.
¿Por qué?
Porque cada día veo cómo niños que no trabajan ni aprovechan las clases lo hacen cuando
consigues acercarles la materia a algún centro de interés, cuando enuncias los problemas de
diferente modo, cuando tomas tiempo para explicarle lo que no entiende antes de negarse a
hacer la tarea, cuando consigues motivarlo y él/ella ve que pueden mejorar...
Ubicación/Contexto
En la clase general (con 25 alumnos). En clases menos numerosas, como Refuerzo de Lengua, sí
consigo, medianamente, atender a cada uno individualmente. Sin embargo, hay muchos
factores que no logro limitar: la presión del temario de la clase general, la cuantía de alumnos y
de diversidades, la limitación horaria para hacer cosas diferentes (mover mesas, coger
ordenadores que la mitad de los días no funcionan, etc.)
¿Cuándo?
Al plantearme esta pregunta quizás podría centrarme en qué actividades son las que más
necesitan de esta atención a la diversidad y concentrarme en ellas, no pensar en todas las
sesiones así, pues efectivamente, es un reto demasiado apabullante.
Ejemplos
si hago las explicaciones más breves, puedo pedirles que en parejas, como ya están puestos,
elaboren un pequeño glosario o esquema de lo explicado (breve, a modo de síntesis). Así podrían
ayudarse entre ellos y preguntarme dudas. Los días en que haya que ejercitar algo difícil puedo
montar “rincones”, como hago en primero de la ESO, de modo que haya un experto en cada uno y
pueda ayudar a los compañeros, además de contar con mi ayuda. Lamentablemente, no sé si cuento
con herramientas suficientes para motivarlos... Recuerdo un curso de atención a la diversidad. Había
numerosas actividades de pequeño grupo que estaban orientadas al repaso grupal, aclaración de
dudas... Debería retomar esos apuntes.
¿Quién?
Está claro que los alumnos serían los sujetos y objetos de esta mejora, pero, pensando en las
diferentes motivaciones intrínsecas quizás fuera bueno contar con otros profesores (ya lancé una idea
a la que no hice seguimiento para que los profes “de ciencias” vinieran a compartir algo de su libro de
ficción, poesía favorito al aula. Esta invitación podría ampliarse al PAS, a sus familias... Me gusta
asimismo la idea de pensar que una hermana mayor venga a decirnos cuándo se acordó de la sintaxis
(al escribir una carta de solicitud de empleo o una beca), de lo pesada que soy insistiendo en la
adecuación del mensaje en las exposiciones orales (al hacer una entrevista de trabajo, al atender a un
cliente...)
¿Cómo?
Aunque he ido elaborando esta pregunta a lo largo de las anteriores, voy a intentar concretar (o
ampliar, ¿por qué no? El método: dar al alumno el objetivo de la tarea y dejar que sea él el que
decida cómo llevarlo a cabo (tanto en tareas individuales como colectivas) hacer grupos
heterogéneos, dando diferentes responsabilidades a cada uno, permitiendo que aporten lo mejor de
sí al grupo. Dar la vuelta a la clase: en lugar de ser yo la que plasme el esquema en la pizarra, o
resuma, que sean ellos los que completen mi explicación (darles un rol más activo, ¿flipped
classroom?) Tratar de conocer qué personas son importantes para ellos, de manera que pueda
hacerlos cómplices de mi materia, invitarlos a venir a clase y que sean ellos, en primera persona, los
que demuestren la utilidad de la materia. Tratar de formular tantas preguntas abiertas como se
pueda (cosa que voy haciendo): no pedir una redacción sobre un tema cerrado, sino dar las pautas del
texto (finalidad, recepto